El público puede conocer desde sus casas este remanso de paz en pleno barrio de Las Letras, a través de una visita virtual y un vídeo con los que conocer al detalle los rincones de este recoleto museo. También pone a disposición diversos vídeos en lengua de signos española, que facilita a las personas sordas la visita virtual a este espacio histórico.
La obra de Lope de Vega ha sido una constante fuente de inspiración para músicos e intérpretes, tanto históricos como contemporáneos y por ello, el museo ha confeccionado una lista de reproducción musical con la que disfrutar de interpretaciones a cargo de Jorge Drexler, José Menese, Jordi Savall, Alicia de Larrocha o la compañía de teatro Ron Lalá.
La web del museo ofrece también contenidos singulares a través la sección ‘Qué sabes de Lope’, donde el usuario puede conocer la gastronomía preferida del escritor, su intensa vida amorosa o curiosidades, como si existían los derechos de autor en el Siglo de Oro.
El centro de Madrid, y en especial el barrio de las Letras en el que se ubica el museo, guarda el recuerdo de diversos episodios de la vida de Lope y otros escritores de la época. Muchos de estos recuerdos y anécdotas son desglosadas en la sección ‘El Madrid de Lope’ de la web del museo. En ella, el público podrá conocer, entre otros, la ubicación y descripción del Colegio Imperial (donde estudió el escritor), el Corral del Príncipe y de la Cruz (en los que fueron representadas sus obras) o el denominado Mentidero de representantes de la calle León, donde comediantes, empresarios y poetas se reunían habitualmente.
La poesía de Lope tiene un rincón propio en la sección ‘Es de Lope’, en la que se recopilan textos populares del escritor, como Un soneto me manda hacer Violante, Esto es amor, quien lo probó lo sabe o Ir y quedarse, y con quedar partirse. Además, y como curiosidad, el público podrá conocer el origen de la expresión de la que toma nombre esta sección ‘Es de Lope’, ya que según el estudioso Amado Alonso, durante el Siglo de Oro se juraba por Lope y cuando se quería aseverar que una comida, un caballo, una espada o cualquier otra cosa era buena y de calidad, se exclamaba ‘¡Es de Lope!’.
“Mi casilla, mi quietud, mi huertecillo y estudio” decía Lope de esta casa, aunque con estas palabras pecaba de falsa humildad, ya que el edificio que adquirió en 1610 era bastante destacado para la época. Abierto al público como museo en 1935, el inmueble se declaró monumento histórico-artístico ese mismo año. Construido en 1578, el poeta y dramaturgo lo compró 32 años después, por 9.000 reales, cuando todavía vivía su segunda mujer, Juana de Guardo.
Allí vivió Lope de Vega un cuarto de siglo, hasta su muerte en 1635, allí escribió algunos de sus textos más notables y allí sufrió algunas de sus mayores pérdidas. Entre esos muros murió su hijo Carlos Félix cuando solo tenía siete años. La casa fue el hogar final de Juana, que falleció en ella al nacer Feliciana, la última hija legítima del autor. Y allí también terminó sus días, demente y ciega, Marta de Nevares, otro de sus grandes amores.
La Casa Museo Lope de Vega fue inaugurada al público en 1935 y la Comunidad de Madrid la gestiona desde el año 2007, gracias a un convenio con la Real Academia Española. Esta institución no solo un homenaje al escritor, sino también una puerta de entrada al Siglo de Oro español, cuyo conocimiento fomenta el museo a través de exposiciones temporales, piezas invitadas, visitas temáticas, teatreos, talleres infantiles y una amplia programación cultural y educativa.
El equipo de la Casa Museo Lope de Vega sigue trabajando en la programación de los próximos meses, con especial atención a la exposición Unos clásicos de cine. El teatro del Siglo de Oro en el lienzo de plata (1914-1975), que recorrerá las adaptaciones a la gran pantalla de las obras de Lope, Calderón de la Barca y Tirso de Molina, tanto a nivel nacional como internacional.