El Ayuntamiento está realizando un diagnóstico de la situación social de la ciudad, cuyas conclusiones son que, en el peor de los escenarios relacionados con la crisis socioeconómica generada por la COVID-19, los servicios sociales tengan que triplicar sus ayudas, hasta atender a casi 94.000 familias madrileñas.
Este dato fue avanzado en la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que anunció un “plan de choque social” para abordar el “gran drama social” desencadenado por la situación económica generada por la pandemia de COVID-19. Si ya había muchas familias que no llegaban a fin de mes, el “colchón” de otras muchas ha desaparecido en este mes, abocándolas a una emergencia vital, especialmente las empleadas en sectores como la hostelería o el turismo.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, incidió en que el perfil de quienes van a necesitar ayuda no responde al tradicional, sino que “va a ampliarse a capas de la población importante, habrá muchas familias que nunca habían pensado verse en esta situación”.
El plan de diagnóstico, avanzó Villacís, recoge diferentes escenarios, del más favorable al menos favorable, y si antes de la crisis recibían la Renta Mínima de Inserción (RMI) unas 34.000 familias, estos escenarios oscilan entre 47.000 en el mejor de los casos, 70.000 o hasta 94.000 en el peor. “Con los mismos recursos tendremos que triplicar las familias que atender”, resumió la vicealcaldesa, que al igual de Almeida, volvió a reclamar al Gobierno que elimine la regla de gasto que obliga a amortizar la deuda de los ayuntamientos, y se puedan destinar los 423 millones de superávit del Ayuntamiento a estos servicios.
El plan de choque, del que se avanzaron algunos datos, incidirá especialmente en la atención a mayores y familias. Villacís anunció que desde el próximo lunes se va a abrir un centro de servicios sociales por distrito, una medida que no corresponde a un “desescalamiento” del confinamiento, sino a considerarlos “servicios esenciales”, con todas las medidas de protección sanitaria necesarias.
“No todo el mundo tiene acceso a la información por internet o teléfono”, explicó la vicealcaldesa. De hecho, todos los distritos han estado publicando en sus perfiles en redes sociales los teléfonos y correos electrónicos de sus servicios sociales, o realizando campañas informativas con carteles en supermercados o farmacias.
También reconoció Villacís la burocracia administrativa habitual que exigían este tipo de prestaciones, y anunció que se han dado instrucciones desde el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social que dirige el ciudadano José Aniorte para que se tramiten “con muchísima más rapidez”, además de trabajar en una nueva ordenanza municipal que elimine la burocracia y se convierta en una “herramienta ágil”, implantando la "tarjeta familias".
Sobre los mayores, la vicealcaldesa destacó las 135.000 llamadas diarias de media que se están realizando para contactar con todos aquellos de los que servicios sociales tiene constancia por haber utilizado alguna vez sus servicios, “de manera proactiva”, además del contacto telefónico ofrecido por el programa 'Minutos en Compañía', o las que realiza el 010.
Entre las medidas de este plan de choque también se incluirá la apertura de centros donde atender a los mayores que se han visto en una “soledad sobrevenida” al fallecer sus parejas, en una situación en la que no pueden hacer duelo y pierden los cuidados mutuos. Villacís no detalló cómo ni cuándo se abrirán estos centros. “Una manera de atenderles es prestarles atención en un centro donde tendrán los cuidados necesarios que antes les daba su cónyuge", avanzó.
Asímismo, se creará en todos los distritos una Mesa de Atención a los Mayores, integrada por todas aquellas instituciones que los atienden de manera transversal, desde centros de mayores, de día, de salud o cualquier otro área.
En respuesta a la diferente reacción a la crisis en los 21 distritos, Begoña Villacís quiso recordar que “la realidad social de cada distrito es distinta”, lo que requiere actuaciones distinta: la situación sociodemográfica es diferente en Centro, el distrito de Salamanca o Vallecas, pero “lo que sí se hace es atender a todas las personas en situación de vulnerabilidad”.
Aunque la vicealcaldesa dijo no disponer de datos, lo cierto es que según la información ofrecida estos días en las Juntas de Portavoces celebradas telemáticamente en los 21 distritos hay cifras y actuaciones dispares. Si en la Junta de Retiro se informaba de 683 personas y 112 familias perceptoras de alimentos, en Chamartín se hablaba de 197 nuevos casos de emergencia, 126 en Centro, frente a las 4.000 personas atendidas en Usera. Los niveles de renta, ocupación o la pirámide demográfica arrojan notables diferencias entre unos distritos y otros, generalmente marcadas por el eje norte-sur.
En todas ellas se han tenido que acoger a la contratación por la vía de emergencia de nuevos servicios, que van desde el reparto de cestas de la compra por parte de cadenas como Carrefour al servicio de desayuno, comida y cena por otro tipo de empresas, pero mientras en algunos con un solo contrato se ha hecho frente a la situación, en otros se han formalizado diferentes opciones.