Según ha informado el comisario de Policía Municipal y portavoz del servicio Covid-19, José Luis Morcillo, los agentes han tenido que intervenir a lo largo del sábado y domingo hasta en 70 ocasiones para desmantelar pequeños botellones, cuyos participantes han sido denunciados.
Tal como explicaba Morcillo, ha sido un fin de semana "muy complicado" porque se han encontrado pequeños grupos de personas hasta altas horas de la madrugada del sábado y domingo bebiendo alcohol en algunos parques, vías públicas y vehículos con la música a todo volumen.
Sólo entre las 22 horas del sábado y las 4 de la madrugada del domingo, los agentes desalojaron cinco botellones en Villaverde, tres se registraron en San Blas-Canillejas, y dos en los distritos de Fuencarral, Hortaleza, Centro, Tetuán, Arganzuela y Usera. En Barajas, Carabanchel, Moratalaz y Moncloa-Aravaca también disolvieron un grupo en cada caso.
"Vamos a ser muy rigurosos en este tipo de conductas, que vamos a controlar y denunciar. No hacemos gran seguimiento en redes porque no son grandes quedadas, sino que son cosas muy esporádicas denunciadas por los vecinos", señaló el portavoz de la Policía Municipal.
Los jóvenes participantes, en grupos no muy grandes, a lo sumo una docena, han sido sancionados con multas de 900 euros por la Ley Antibotellón y por incumplir el real decreto del Estado de Alarma.
La concentración más numerosa se registró en la calle de Las Leguas, en Villaverde, a las 22.15 horas, sancionando a una docena de jóvenes, y en la calle Dulcinea de Tetuán, donde había ocho chavales bebieno a las mismas horas.
En estos días en los que se ha levantado el confinamiento, está siendo habitual ver grupos de adolescentes y jóvenes que, inclumpliendo las normas establecidas, han salido a la calle y quedado con amigos para pasear.
Este comportamiento no solo puede acarrear multas -el decreto que habilita a salir a pasear o hacer deporte establece que no se puede ir con personas que no convivan en el mismo domicilio- sino que puede ser un riesgo de contagio en el núcleo familiar.
Por otra parte, la Policía también está investigando las imágenes difundidas en redes sociales para identificar a un grupo de personas que montaron fiestas improvisadas en las calles de Malasaña.
En la calle Acuerdo una veintena de personas se concentraron con bebidas y sin mascarillas, cantando y bailando "Que no, que no me quedo en casa". Otro grupo se concentró en el barrio al ritmo de la canción A quién le importa, mientras salían luces y humo de escenario desde el balcón de una casa.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, criticó en su cuenta de Twitter este comportamiento, recordando que "esto no está ganado. Ha costado mucho, ha costado muchas vidas llegar hasta aquí, seamos responsables hasta el final".