Tras dos meses cerrados, cada local abriría en su horario comercial, con una franja de atención preferente para los mayores de 65 años. También mantendrían la opción de acudir con cita previa ya iniciada durante la semana de la Fase 0. Si dentro no se puede respetar la distancia mínima de seguridad de dos metros, sólo se atendería a una persona por empleado.
La asociación les ha entregado un kit sanitario de apertura con dos pantallas protectoras para la cara, 100 guantes de látex, un frasco de hidrogel y bandas para marcar la distancia de seguridad. “Las pantallas también protegen los ojos, se desinfectan con facilidad y duran más tiempo que las mascarillas”, asegura su presidenta María Esteban. Además, tanto los locales como su mercancía se desinfectan diariamente.
Los comerciantes de Lavapiés optan por abrir para que el barrio recupere la normalidad. “Sólo uno de nuestros establecimientos ha tenido que cerrar definitivamente”, apunta María Esteban. “Las condiciones de reapertura no son rentables, pero sólo así el barrio volvería a la vida”, subraya Enrique Villena, propietario de Confecciones Mary (Tribulete, 27).
Según la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), apenas un 20% del pequeño comercio y un 3% de la hostelería nacionales han abierto en la Fase 0 de la desescalada. 9 millones de personas ya están en situación económica de paro, entre ellos más de 1’12 millones de autónomos, según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal.
Sin embargo, la práctica totalidad de comerciantes de Lavapiés sí se acogió al régimen de cita previa. “Nos sentimos preparados para la reapertura en la Fase 1”, confirma María Esteban. Muchos han comprado ozonizadores para desinfectar los locales en horas de cierre. También han comenzado un curso gratuito online de Prevención y Protocolo contra el Covid-19, impartido por Adara Formación, que otorga el título acreditativo de comercio seguro.
Con objeto de animar a comprar en Lavapiés, la asociación recuerda que cada comercio dispone de 20 invitaciones para acceder a Madrid Central que los clientes pueden solicitarles por teléfono. “Durante el estado de alarma no se cobra el estacionamiento regulado”, añade María Esteban.
La mayoría de hosteleros asociados no sacará sus mesas a la calle con un 50% de aforo. “En esas condiciones ni siquiera cubren gastos”, explica María Esteban. Si Madrid inicia la Fase 1 el próximo lunes, abrirían sus terrazas el restaurante indio Maisha (Doctor Piga, 21), el gallego O Pazo de Lugo (Argumosa, 28) y el japonés Su&Si (Argumosa, 30), entre otros. Mantendrían una distancia mínima de dos metros entre las mesas, sin superar las 10 personas por grupo.
De cara a flexibilizar la desescalada hostelera, la asociación propone medidas que ayuden a generar ingresos, como la ampliación del horario y del espacio de las terrazas y la incorporación progresiva de la plantilla de los ERTES. También reclama soluciones y alternativas para “muchos pequeños bares familiares sin terraza, que corren el riesgo de no volver a abrir”.
A su vez, hosteleros y comerciantes ruegan “más paciencia y tolerancia” a sus vecinos ante una posible ampliación de sus horarios y espacios. “Nos comprometemos a respetar el descanso del barrio, pero sólo así conseguiremos volver a contratar a todos nuestros trabajadores”, argumenta la asociación en una carta dirigida a los vecinos del barrio.
Integrado por más de 80 etnias, el histórico Lavapiés afronta la desescalada más unido que nunca y transmite su mensaje a la sociedad: no te quedes esperando.