De esta forma, el Ayuntamiento amplía el marco de los beneficiarios en el caso de las viviendas municipales.
La primera medida supone la condonación definitiva del recibo del mes de abril a todos los inquilinos de la EMVS, 5.626 familias, lo que les supone un ahorro global de un millón de euros.
Además, quienes acrediten una situación de vulnerabilidad económica, pueden a acceder a la reducción del 50% de la renta durante cuatro mensualidades. De momento, 425 familias han presentado ya la documentación pero, dado que el plazo finaliza el 3 de julio, se estima que se acogerán otras 575 familias. El ahorro previsto para este millar de inquilinos es de 525.000 euros.
Muchos arrendatarios de estos pisos no cumplen con los requisitos fijados por el Gobierno central para acceder a las ayudas. Sin embargo, pasan por una situación complicada por la reducción importante de sus ingresos como consecuencia de la crisis, tal como detectaron los servicios sociales durante el peor periodo de la pandemia desde el punto de vista sanitario, marzo y abril.
Se trata de familias que, por ejemplo, tienen actividades coyunturales que les permiten complementar su renta mensual, como el cuidado esporádico de niños o mayores; mujeres, sobre todo, que, ante el cierre de colegios o guarderías, han tenido que solicitar la reducción de su jornada laboral para cuidar a sus hijos con la consiguiente merma de ingresos o inquilinos que perciben ayudas de familiares, organizaciones o parroquias, que han dejado de recibir. Ellos van a contar con una reducción del alquiler de un 50% durante dos meses. Aunque por el momento se han detectado cerca de 300 familias en esta situación, los cálculos de la EMVS elevan a un millar el número de posibles beneficiarios.
De este modo, unas 2.000 familias (1.000 porque cumplen los requisitos establecidos en el real decreto y otro millar por su afectación económica) podrán acogerse a este paquete de ayudas aprobado por el Gobierno municipal. El ahorro estimado para ellos se eleva a 1,8 millones de euros.