Si bien la idea nació hace más de dos décadas, es ahora cuando Madrid Nuevo Norte comienza a crecer. Y lo hace tras su aprobación definitiva en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, con el objetivo claro de que Madrid se ponga de nuevo a la cabeza como generadora de oportunidades y empleo.
Fue en 1993 cuando se comenzó a hablar de lo que entonces se llamó Operación Chamartín. El proyecto necesitaba un gran acuerdo entre las administraciones implicadas (Ministerio de Fomento, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid) y la empresa concesionaria, Distrito Castellana Norte. A lo largo de estos años el proyecto ha sufrido diversos cambios y, por fin, hoy es una realidad, para cambiar definitivamente el norte de la ciudad.
Han pasado más de 25 años desde que se comenzó a trabajar en este proyecto, prácticamente los mismos que deberán transcurrir para que podamos verlo totalmente finalizado. A la manera de King´s Cross, en Londres; Europacity, en Berlín o Porta Nuova, en Milán, Madrid Nuevo Norte supondrá una impresionante regeneración urbana que conectará barrios emblemáticos de la ciudad que siempre han estado heridos por una brecha formada por las decenas de vías que se conectaban en el entorno de la estación de Chamartín. De esta manera, tres puentes y un túnel, todos de nueva creación, serán los encargados de enlazar, al fin, Fuencarral y el barrio de Las Tablas, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, una reclamación histórica por parte de los vecinos y empresarios de las zonas implicadas.
Precisamente, el soterramiento de la estación se convertirá en el eje de lo que será esta zona en el futuro. Una gran área verde singular sustituirá a estos caminos de hierro que han caracterizado el norte de Madrid. Tres ámbitos, además de la propia estación centrarán las acciones: un centro de negocios único en nuestro país, Malmea-San Roque-Tres Olivos y Las Tablas Oeste. En total, se va a actuar sobre una superficie estimada de 3,3 millones de m2, desde los alrededores de la plaza de Castilla hasta la proximidad del monte de El Pardo.
Los números de esta transformación son abrumadores. Más de 400.000 m2 para zonas verdes, 295.000 m2 de estructuras de uso público y 10.500 viviendas, un 24% de ellas con protección pública. Sin olvidar que se estima que el centro de negocios será el lugar de trabajo de unas 100.000 personas.
Estas cifras dan una idea de la importancia de la movilidad sostenible. De ahí, la importante apuesta por el transporte público que entraña. Chamartín será totalmente renovada y de ella partirán tres líneas de metro, una de cercanías y otra de bus prioritario de alta capacidad. Por supuesto, estará surcada por carriles bici y tendrá conexión con el aeropuerto, por lo que el centro de negocios estará a la altura de las ciudades más importantes del mundo en materia empresarial y será clave para la creación de empleo de calidad.
Se estima que durante la construcción, se generarán 63.000 empleos directos, 31.000 indirectos y 23.000 inducidos, lo que representa un total estimado durante la fase de construcción de 117.792 puestos de trabajo. Una vez concluido, se considera que se generarán 94.050 empleos en la zona, con una población de 27.441 habitantes.
Un proyecto emblemático que también dibujará un nuevo 'skyline' de Madrid, pues prevé una torre de 300 metros de alto que se sumará a los grandes edificios que ya hay en ese entorno.
Estamos sin duda ante el proyecto con mayúsculas que esperaba Madrid. Una de las regeneraciones urbanística más importantes de Europa, con la que, además, se favorecerá el acceso a la vivienda y se acabará con la fractura histórica del este y el oeste. Comienza la gran transformación del norte de Madrid.