Las redes vecinales de solidaridad reparten alimentos ya a más de 50.000 personas en la Comunidad de Madrid a 31 de mayo, de las cuales 45.808 viven en la capital. Las despensas solidarias se duplican ante la situación de emergencia causada por el Covid, pero piden a la administración que asuma la carga.
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) ha actualizado los datos de las redes vecinales solidarias que operan en Madrid, y en mayo se han duplicado las personas que están recibiendo alimentos y productos básicos gracias al esfuerzo de asociaciones vecinales y todo tipo de colectivos ciudadanos.
Ante esta situación, Fravm ha solicitado por carta una reunión urgente al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, para reclamar la activación de mesas de coordinación en los distritos, en los que, según su comunicado, han encontrado “falta de colaboración, cuando no oposición activa” de algunos concejales presidentes.
La más reciente, la orden de desalojo emitida por la Junta de Fuencarral El Pardo, presidida por Javier Ramírez Caro, del local de la Asociación de Vecinos Las Tablas, un espacio cedido en 2013 por el ayuntamiento, que estaba siendo utilizado ahora como despensa solidaria.
“La Fravm mantuvo varias conversaciones con el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, José Aniorte, para tratar estos asuntos. En abril se comprometieron a crear una Mesa Social de la Ciudad y mesas sociales en los distritos”, recuerda la federación. Sin embargo, “estamos en junio, no se ha convocado ninguna mesa, salvo en Latina y Hortaleza, por iniciativa del concejal presidente”, señalan en su carta.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha confirmado hoy que se reunirá la semana próxima con el presidente de la Fravm, Quique Villalobos, para coordinar ayudas.
Leer másLas asociaciones, recuerdan desde la Fravm, han mostrado su solidaridad “con sus propios medios, gracias, esencialmente, a las donaciones directas” de sus vecinos y de los comercios de sus barrios: si en abril se contabilizaron 37 despensas de barrio autogestionadas, ahora son 62, y todos los distritos cuentan al menos con un punto donde, gracias al trabajo de 6.000 voluntarios, las personas con necesidad pueden recoger alimentos.
Pero como destacan, “la función de atender la emergencia alimentaria debería ser asumida por las administraciones públicas”, y las redes de apoyo lo que demandan es que sean éstas quienes “destinen más y mejores recursos para absorber la demanda actual”.
De las 76 redes vecinales contabilizadas por la Fravm, sólo el 27% “recibe habitualmente alimentos que proceden de fuentes públicas municipales”, y en estos casos colaboran con el reparto diario de comida de las juntas, aunque casi todas están en contacto permanente con los servicios sociales para derivar casos.
En este punto, destacan la labor de la Fundación World Central Kitchen, del chef José Andrés, que desde las cocinas de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia elabora a diario miles de menús, repartidos por voluntarios municipales, pero también por las propias asociaciones.
Los distritos de Latina, San Blas-Canillejas y Puente de Vallecas son los más perjudicados por esta crisis: en el primero, las redes vecinales atienden a 3.831 familias, mientras en San Blas son casi 1.400, más de 1.300 en Vallecas, junto con Centro (1.132) y Carabanchel (820).
Estas redes se suman a las ayudas de los servicios sociales de cada Junta de distrito: en Latina, según datos del ayuntamiento de mayo, se destinaban 770.317 euros a estas partidas de emergencia, que llevaban alimentos preparados o cestas de la compra a 10.876 familias. Según expresaba la vicealcaldesa, Begoña Villacís, el ayuntamiento da ayudas alimentarias a 81.677 personas a primeros de junio, lo que supone un 67% más desde el principio de la crisis.
Con estos datos en la mano, la FRAVM cree que las ayudas municipales son “absolutamente insuficientes”, sumando los contratos firmados por las juntas de distrito un total de 3,1 millones de euros para alimentación y productos básicos, para una población total como la de Madrid, de 3,2 millones de habitantes. Los vecinos apuntan además a la saturación del personal de Servicios Sociales -aunque el ayuntamiento ha anunciado el refuerzo de plantillas- lo que empuja a las familias que no encuentran respuesta rápida y directa a acudir a las redes vecinales.
Fuera del foco de Servicios Sociales se encuentran además muchas personas que no cumplen los requisitos públicos, como perceptores de Rentas Mínimas de Inserción, sin documentación en regla o refugiadas, señalan en su comunicado, pero también, madrileños “que reciben ayuda de sus ayuntamientos pero ésta les resulta insuficiente”. Los Servicios Sociales, señalan, les proporcionan una comida al día, pero las redes vecinales deben cubrir desayunos y cenas de familias con niños.
Mientras, este miércoles, 17 de junio, asociaciones vecinales de Centro han convocado una concentración-paseo en el entorno de la junta de distrito, coincidiendo a las 17.30 h con el pleno a puerta cerrada, para reclamar al Ayuntamiento un refuerzo de los Servicios Sociales con el que hacer frente a la emergencia alimentaria. Convocan la concentración asociaciones como La Corrala de Lavapies, la de Sol y Barrio de las Letras.