La jefa del Gobierno regional ha dado las gracias a la Fundación por “hacer una vida más plena e integrada para estas personas, fomentando y ahondando en la igualdad de oportunidades tan necesaria y velar por su pleno ejercicio de los derechos”.
“No es un deber moral, es un deber constitucional”, ha añadido Díaz Ayuso, que ha destacado que la integración de este colectivo no es solo tarea para las familias, sino también de la Administración. Además, ha celebrado el entusiasmo con el que las personas que acuden a la Fundación han vuelto a trabajar tras haber estado paralizadas durante la pandemia todas sus unidades de negocio.
La presidenta ha recorrido los talleres de formación en materia de filatelia, con el manipulado de sellos y envío a coleccionistas; de imprenta o de lavado industrial; y ha subrayado la importante labor de asesoría jurídica con la que cuentan en la Fundación para víctimas de maltrato.