El primer pleno ordinario presencial celebrado en la Junta de Salamanca el pasado 16 de junio tuvo sus más y sus menos, en opinión de la oposición, que lo calificaron como “bronco”, y critican cuestiones de orden como la premura de la celebración de la Junta de Portavoces o la presencia de más vocales del PP de los previstos.
Pese a que se aprobaron por unanimidad dos propuestas del PSOE, como realizar mejoras en la accesibilidad del Mercado de Guindalera e instar al Canal de Isabel II a limpiar las alcantarillas de la zona de Martínez Izquierdo, el resto del pleno, que no se pudo seguir en streaming ni aún ha sido colgado en la web municipal, fue “bronco”, para Eustaquio Jiménez, portavoz del PSOE en la Junta de Salamanca.
La mayor “controversia y confrontación” se produjo sin embargo en una proposición defendida por la concejala socialista Enma López, que pedía rechazar las palabras de una de las asesoras de la Junta, Macarena Puentes, que escribió en su cuenta de Twitter un mensaje que decía “Lo difícil es diferenciar a comunistas, terroristas y socialistas. Rabiad camaradas, rabiad”.
El PSOE argumentó que dicho mensaje supone una expresión que “sobrepasa los límites de la crítica política e implican calumnias que dificultan el fin del acuerdo del Ayuntamiento de Madrid de buscar soluciones pactadas para evitar caldear el ambiente social y político”.
Tanto el Partido Popular como Ciudadanos y Vox votaron en contra, “amparándose en la libertad de expresión”, lo que motivó que los vocales del PSOE se preguntaran si se les diferenciaba “de los terroristas que habían asesinado a socialistas”.
Jiménez ha criticado el rechazo a incluir en el orden del día algunas proposiciones, como una de Más Madrid para colocar la bandera LGTBI en la Junta, en una Junta de Portavoces que se celebró “media hora antes” del pleno, cuando lo habitual es que se haga una semana antes para poder sustituir iniciativas. Tampoco, recuerda, pudieron participar ni el Foro Local ni asociaciones vecinales.
También han calificado de “manifiesta ilegalidad” que por el Partido Popular participasen cinco miembros, cuando lo establecido en estas sesiones de la nueva normalidad es que lo hicieran el 50% de vocales de cada grupo para mantener la proporcionalidad de voto, lo que suponía cinco vocales de Más Madrid, cuatro del PP, tres de Ciudadanos, dos del PSOE y uno de Vox.
Esta circunstancia, según Eustaquio Jiménez, fue “determinante e ilegal”, incluso “impugnable”, en la votación de la proposición de Más Madrid de crear una Mesa de Coordinación con grupos políticos, entidades ciudadanas, redes de solidaridad vecinal y el Foro Local para impulsar medidas para paliar la crisis del Covid, que fue rechazada pese a la ausencia de un vocal de Ciudadanos.
Tampoco satisfizo a la bancada del PSOE la respuesta conjunta del concejal presidente, José Fernández, a las tres peticiones de comparecencia realizadas por ellos mismos, Más Madrid y Vox relacionadas con la gestión del Covid. “No fue ni eficaz ni eficiente, como lo evidenciaban los informes escritos proporcionados que apenas contenían unas líneas”.