El edil ha agradecido la ayuda prestada por los vecinos en estos meses y también la de las empresas privadas y ha concretado que en Fuencarral-El Pardo se ha dado de comer a 120.000 personas. Este agradecimiento expreso a la ciudadanía llega después de que la concejala de Más Madrid Pilar Perea le haya afeado en el Pleno de Cibeles que si no menciona a las asociaciones es porque "es un síntoma de que no las reconoce".
Perea ha criticado que Ramírez "denegara una recogida de alimentos perecederos, porque no era una actividad de interés público", unido a que "casi desaloja a la asociación de Las Tablas de El Palomar (su sede y despensa solidaria)", pero "el alcalde ha tenido que resolverle la papeleta".
El concejal ha contestado que no les iba a desalojar este pasado lunes sino que lo que existe es un proceso administrativo que ha sido recurrido. Esto le ha llevado a afirmar que los talleres celebrados en El Palomar "eran ilegales" y que se cobrara por ellos a través de una cuota a la asociación. También se ha preguntado si los monitores estaban dados de alta en la Seguridad Social y si cuentan con la formación adecuada.
Ya en octubre expuso esta situación al presidente de la asociación de vecinos de Las Tablas, quien se comprometió a que iba a regularizar la situación. Si es así, podrán quedarse en El Palomar hasta el 31 de diciembre. "Lo que no permitiré son las cosas no regladas", ha advertido.
Dos días antes del Pleno, en una reunión que Martínez-Almeida mantuvo con la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM), el Alcalde dio respuesta al asunto del Palomar, ante la interpelación de los delegados vecinales, que trasladaron su malestar ante "la falta de colaboración, e incluso oposición, de algunos concejales a la cesión de espacios públicos para uso de los colectivos vecinales, con casos como El Palomar, de Las Tablas; la Casa del Cura, de Malasaña; la plataforma La Cuba, en Lavapiés o el Espacio Vecinal de Hortaleza".
Almeida aseguró que estaba de acuerdo en ceder espacios a las asociaciones vecinales, pero que se debían producir con todas las garantías. También aseguró que "había paralizado el anunciado desalojo de El Palomar, sede de la Asociación Vecinal de Las Tablas y de una de las despensas de alimentos de la Red de Apoyo Mutuo de Fuencarral-El Pardo, lo que abre la puerta a una nueva negociación".
"Le hemos trasladado al alcalde que las asociaciones vecinales necesitan que el Ayuntamiento reconozca su labor cediendo espacios durante más tiempo y con más facilidades, firmando acuerdos más estables y duraderos. No puede ser que, cada cuatro años, una entidad que desarrolla importantes proyectos en el barrio tenga que enfrentarse a la espada de Damocles de tener que buscar un nuevo local", indicó el presidente de la Fravm, Quique Villalobos.