Montar en bicicleta o practicar ciclismo, ya sea de alto rendimiento o simplemente para dar un paseo, tiene innumerables beneficios para la salud. Además, al tratarse de un ejercicio intenso, se generan más endorfinas, conocidas como la hormona de la felicidad.
Todo son ventajas, pero ¿qué ocurre con el suelo pélvico mientras se pedalea? La compañía Intimina, especializada en productos para cuidar la salud íntima femenina, ofrece consejos para practicar este deporte consiguiendo los máximos beneficios y sin perjudicar a la musculatura pélvica.
Según un estudio elaborado por Intimina, un 40% de las mujeres desconoce que algunos ejercicios de alto impacto pueden dañar la musculatura pélvica. Aunque el ciclismo o pedalear en una bicicleta estática no provoca un aumento excesivo de la presión intraabdominal, las clases de spinning o pedalear en un terreno escabroso puede provocar que el suelo pélvico se exponga a una mayor presión.
Si la musculatura de la zona queda afectada, pueden aparecer dolencias futuras como incontinencia urinaria o prolapsos. Para evitarlo, los expertos recomiendan seguir estos consejos:
1. Ajusta el sillín y corrige tu posición. Lo mejor es mantener una postura erguida para reducir el dolor de espalda y cuello. Para ello, es importante elegir una bicicleta con un manillar más alto. Asimismo, las piernas no deben estar ni completamente rectas ni muy dobladas, sino flexionadas ligeramente.
2. No circules por terrenos complejos. Cuanto más complicado sea el terreno más presión estaremos ejerciendo sobre nuestra musculatura pélvica. Por ello, es mejor practicar ciclismo en superficies planas o ligeramente onduladas, evitando subir colinas empinadas.
3. Empieza por una rutina suave. Comienza con entrenamientos sencillos y evitando un trabajo intenso de piernas. Asimismo, si tienes problemas abdominales, lo mejor es empezar con una bicicleta estática.
Si acabas de dar a luz es importante esperar dos meses pues la musculatura pélvica estará débil. Por otro lado, tras una intervención quirúrgica en la zona perineal es aconsejable evitar montar en bicicleta hasta que los músculos se hayan recuperado por completo.
4. Comienza gradualmente con el 'spinning'. Esta rutina está de moda en los gimnasios de todo el mundo y es muy beneficiosa para obtener mayor resistencia y quemar muchas calorías en un intervalo corto de tiempo. Sin embargo, su alta intensidad puede afectar al suelo pélvico, por lo que la mejor opción es aumentar la intensidad del ejercicio poco a poco, sin grandes esfuerzos en los primeros días.
5. Evita pedalear de pie de forma prolongada. Es en esta postura cuando más presión ejercemos sobre nuestro suelo pélvico, por lo que se recomienda, en la mayor medida de lo posible, practicar este ejercicio sentada y con una posición erguida para evitar cargar la espalda y lumbares.
Para evitar posibles molestias y mantener el suelo pélvico tonificado, una buena opción es compaginar el ciclismo o los paseos en bicicleta con los ejercicios de Kegel. Esta rutina consiste en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos para fortalecer y tonificar la zona.
Para conseguir los máximos beneficios, se puede practicar esta rutina con ejercitadores. Se trata de dispositivos innovadores, que cuenta con un programa guiado de ejercicios por vibración que indica cuándo se debe contraer y relajar los músculos. La rutina, de solo 5 minutos, es muy fácil de seguir y el dispositivo selecciona automáticamente el nivel, dependiendo de las condiciones fisiológicas de cada mujer.