En febrero, una inspección rutinaria ya detectó fisuras longitudinales en el tablero del puente de Joaquín Costa que han sido estudiadas a fondo por los expertos de una empresa de reconocido prestigio en la materia, que ha extraído muestras de materia y las ha analizado en laboratorio, tareas que se han estado haciendo durante el confinamiento.
Las conclusiones, que recibió el Ayuntamiento el pasado viernes, son que el puente ha llegado al fin de su vida útil, el hormigón se ha deteriorado, y se recomienda su cierre total al tráfico y demolición. El corte afecta tanto al paso elevado como a las vías que pasan por debajo, que ya han sido señalizadas por el Ayuntamiento.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha señalado hoy sin embargo que aún no se ha decidido qué hacer. El edil ha visitado la zona a primera hora, donde ha señalado la ausencia de incidencias en la información trasmitida a los conductores, aunque ha reconocido que estamos en julio, cuando la reducción del tráfico es "sustancial".
Por su parte, frente a algunas voces que pedían aprovechar la situación para eliminar un paso elevado que fomenta el tráfico y supone una molestia para los vecinos que tienen sus ventanas sobre la infraestructura, la concejala delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha avanzado que darán participación a los vecinos a la hora de tomar decisiones.
No obstante, Paloma García ha asegurado que tratarán de que este desmantelamiento se haga en el menor tiempo posible, de la misma manera del puente de la M-607 con cortes nocturnos, algo que cree que es una fórmula beneficiosa para los vecinos.
El alcalde ha confirmado que se estudian alternativas, pero el puente de Joaquín Costa no volverá a ser igual.
Al mismo tiempo que se produce el desmontaje, de forma paralela, lo que quieren hacer es coordinar a "mucha gente", como a la Junta de Distrito de Chamartín con el área de Movilidad y ha apostado por dar "mucha participación a los vecinos". "En tres o cuatro meses se podrá pensar qué es lo que queremos hacer", ha vaticinado.
Sobre la posibilidad de que se construya otro puente o qué alternativas barajan la delegada ha indicado que hay que compaginar todos los puntos de vista pensando en el tráfico, los vecinos y en el precio pero cree que saldrá "algo razonable que sea seguro y bueno para la movilidad".
En una primera fase, tras cortar el tráfico sobre y debajo del puente, se ha habilitado un único carril en cada uno de los laterales, reservado exclusivamente para vehículos autorizados, residentes y servicios.
También se ha cortado Joaquín Costa desde su cruce con Velázquez, así como el paso inferior de República Argentina en sentido Avenida de América: la ruta preferente para salir en dirección a la A-2 será por Serrano y María de Molina.
Por el otro lado, se corta el paso inferior de Francisco Silvela bajo la avenida de Amérca, siendo la ruta alternativa preferente por Diego de León-Velázquez, para lo que se ha potenciado el giro a la izquierda a Diego de León desde Francisco Silvela.
Asímismo, se ha restringido el tráfico en Príncipe de Vergara, desde María de Molina hasta el cruce con López de Hoyos, y esta última se corta desde su cruce con María de Moina hasta Príncipe de Vergara. Se mantienen los accesos locales aunque se han cortado los laterales.
También se han eliminado 36 plazas de aparcamiento bajo el puente, más todas las reservas en López de Hoyos. Se habilitarán bandas de estacionamiento en Príncipe de Vergara en los últimos tramos donde se corta la calle, al igual que en López de Hoyos.
Para facilitar la permeabilidad del tráfico y facilitar los itinerarios alternativos, de manera escalonada en el tiempo se permitirán los siguientes movimientos en las intersecciones: giro -sólo para autobuses- a izquierda desde María de Molina hacia Príncipe de Vergara, giro a izquierda desde Príncipe de Vergara hacia María de Molina e incremento de la acumulación del giro de Francisco Silvela (lateral) hacia María de Molina.
Como Itinerarios alternativos, se recomienda la circulación motorizada por viales de alta capacidad, tales como la M-30 cuando se trate de itinerarios de largo recorrido. En el caso del tráfico de proximidad, se propone transitar por la avenida de Ramón y Cajal, Doctor Arce, Serrano, Velázquez o Diego de León, que a su vez ofrecen una buena alternativa de conexión con la M-30.
Inicialmente, no se permitirá el cruce de peatones bajo la estructura del puente en toda su longitud, si bien durante las obras se garantizarán los accesos a viviendas y comercios de la zona.
En función de la evolución de los cortes de tráfico y de las actuaciones que se vayan acometiendo, se irán habilitando diferentes opciones que mejoren la movilidad de la zona, tanto peatonal como de vehículos. La página web municipal (www.madrid.es/incidenciastrafico) dispondrá en todo momento de información actualizada y detallada del operativo de movilidad.