Tal como informa Europa Press, la empresa Ingesport, propietaria de la cadena GoFit, que pretendía levantar un gimnasio junto a la Plaza de la Iglesia del antiguo pueblo de Hortaleza, en parte de los terrenos del convento de los Paúles, ha renunciado al proyecto ante el "cambio de criterio sobre el Plan Parcial aprobado por el Ayuntamiento de Madrid" en 2015, que autorizaba la descatalogación de los inmuebles, una decisión que estaba analizando la Comisión de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
"El nuevo criterio del actual equipo de la Dirección General de Patrimonio hace inviable la construcción del centro deportivo", señala Ingesport. El delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, Mariano Fuentes, ya adelantó hace una semana durante la comisión del área que la Comunidad de Madrid había informado desfavorablemente a la concesión de licencia para el proyecto, tal y como está redactado y presentado.
Precisamente esta coletilla, tal como está redactado, hizo temer a la Plataforma Salvemos el Casco de Hortaleza y la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, que habían elevado sus recursos al proyecto consiguiendo su paralización por parte de la Comunidad de Madrid, que la decisión pudiese cambiar en caso de reformular el proyecto. Además, han recogido en change.org cerca de 2.700 firmas en contra de un gimnasio que estiman destruirá la fisonomía del pueblo.
Aunque Ingesport recalca su respeto por el marco regulatorio vigente "cumpliendo íntegramente las disposiciones de las administraciones", agregan que esta "inseguridad jurídica" que se provoca por el cambio en las condiciones impuestas les obliga, "tras más de cuatro años de inversión y trabajo, a renunciar al proyecto".
"La empresa ha defendido siempre la importancia de la protección del patrimonio y, por tanto, ha cumplido siempre con todos los requerimientos solicitados, tanto desde la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid como desde el Ayuntamiento de la ciudad", lamenta la compañía.
También afirman que han mantenido informadas a ambas administraciones, Ayuntamiento y Comunidad, del desarrollo de los trabajos "asegurándose siempre de que se respetaba el nivel de protección del área, así como que la conservación del patrimonio y el uso social de los terrenos eran perfectamente compatibles y beneficiosos para los vecinos". Durante todos estos años de trabajo, añaden, a requerimiento del anterior equipo de la Dirección General de Patrimonio, se diseñaron varias campañas de estudio arqueológico para adaptar y afianzar los criterios de protección del proyecto.
Además, Ingesport ha asegurado que, "consciente" de la necesidad de que las empresas "se comprometan con su entorno más cercano", implementó medidas de protección "adicionales". Por ejemplo, con el fin de limitar el tráfico rodado en el núcleo urbano se decidió construir sólo una vía de acceso y otra de salida al aparcamiento subterráneo de 300 plazas, otra cuestión que inquietaba a los vecinos, debido a la estrechez de las calles del casco antiguo.
Creen que Hortaleza pierde este gimnasio cuando es "uno de los más necesitados de equipamiento deportivo", unido a que la rehabilitación prevista del patrimonio del distrito no será llevada a cabo.
Sin embargo, tal como publicaba Hortaleza Periódico Vecinal en una reciente entrevista con el adjunto a la presidencia de Ingesport, Alfonso Arroyo, este definió los edificios a demoler como "dos mierdas de edificios. Son edificios sin ningún valor que son dos cuadras, donde estaba el ganado". Se refería a sendos inmuebles anteriores a 1870, que distan apenas 5 metros de la iglesia neomudéjar de San Matías, y que mantienen la apariencia de la antigua Plaza de la Iglesia del pueblo de Hortaleza. Hasta hace unos años albergaban las dependencias de Cáritas.
Mientras, la herida que deja este proyecto por fin descartado son 90 árboles talados en la finca, con una licencia del Ayuntamiento que lo autoriza señalando que se trataba de árboles enfermos o secos, "imposibles de trasplantar".