A partir de este jueves, la mascarilla será obligatoria en Madrid siempre, tanto en espacios públicos cerrados como en la calle. Se limitan además las reuniones a 10 personas como máximo en parques, domicilios, restaurantes o locales de ocio nocturno. Isabel Díaz Ayuso ha presentado hoy estas medidas, además de una polémica “cartilla” para saber quiénes tienen anticuerpos de Covid-19, ante los rebrotes en la región.
Las únicas excepciones al uso de la mascarilla siguen siendo los menores de 6 años, personas con dificultad respiratoria, discapacidad o dependencia, y para practicar deporte al aire libre.
Tampoco es obligatoria en espacios naturales fuera de núcleos urbanos si se puede mantener la distancia interpersonal, y en las piscinas, durante el baño y mientras permanezcas en tu toalla. En las terrazas, sólo debe retirarse mientras se esté comiendo o bebiendo.
Además, se restringe el horario de los locales de ocio hasta la 1.30 de la madrugada, y tanto discotecas como restaurantes deberán disponer de un registro de entrada con DNI y teléfono de los clientes para facilitar el seguimiento en caso de contagios, una disposición que los hosteleros han mirado con cautela, “no sólo por dificultades legales, sino prácticas”. La limitación horaria, según el director general de la asociación Hostelería de Madrid, Juan José Blardony, fomentará “las fiestas en casa, el botellón y el cierre de establecimientos, cuando el consumo en estos locales es seguro”.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado estas medidas en una rueda de prensa en la Real Casa de Correos, en el marco del plan Madrid no se para para frenar el Covid-19 en la región, que ha registrado 130 casos en las últimas 24 horas, 82 más que ayer, sumando en la última semana 904 positivos.
Además, ha anunciado que se aumentará el número de rastreadores de los 182 actuales hasta 360 a lo largo de esta semana, y mientras duran las obras del nuevo hospital de emergencias de Valdebebas, se habilitarán dos pabellones en Ifema.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha enumerado los cinco puntos sobre los que se asienta la Estrategia de continuidad Covid-19: medidas de prevención y control, mantenimiento del sistema sanitario, atención a colectivos vulnerables, comunicación fluida y formación para la salud de la población, así como otras medidas para facilitar la vuelta a la normalidad.
La propuesta más polémica sin embargo es la puesta en marcha de una cartilla Covid-19, similar a la de vacunación internacional, y que tenga una réplica en la tarjeta sanitaria virtual.
“Con ella se permitirá demostrar quiénes en estos momentos no pueden contagiar, no pueden ser contagiados, y por lo tanto pueden volver a una cierta normalidad y, de manera paralela, proteger al vulnerable”, ha señalado Isabel Díaz Ayuso.
Esta “cartilla” recogerá si su titular tiene anticuerpos contra la Covid-19, así como las pruebas a las que se ha sometido. Ayuso ha avanzado que es un proyecto “experimental” con el que sería “mucho más fácil” evitar confinamientos o acceder a establecimientos como gimnasios, museos y cines.
“La clave pasa porque todas aquellas personas que no contagien puedan seguir con una vida normal y extremar las precauciones sobre los vulnerables. La estrategia es no volver atrás”, ha explicado la presidenta regional, que ha estimado que debería extenderse a otras regiones y países.
Para Ayuso, esta cartilla no sería “ninguna discriminación” porque tiene “bastente lógica” que estando en una pandemia se empiece a “poner nombre y apellidos a quien está protegido o a quien no lo está”.
El portavoz en Sanidad del PSOE en la Asamblea, José Manuel Freire, que ha calificado este documento sanitario como “otra ocurrencia mediática sin fundamento”, ha asegurado que los científicos se oponen a estos “pasaportes de inmunidad” al igual que la OMS. Su portavoz, Ángel Gabilondo, ha apuntado que el plan “habría de haberse explicado y debatido en sede parlamentaria”, como solicitó su grupo.
Para Mónica García, portavoz de Más Madrid en la Asamblea, este plan “llega tarde”, es “absolutamente insuficiente” y “no cubre ni siquiera un tercio de los rastreadores que necesitamos, no pone énfasis ni en la Atención Primaria ni en la Salud Pública, que son dos ejes fundamentales”. Sobre la cartilla Covid, la diputada Mónica García a asegurado que “no sirve para contener los rebrotes”.
Por su parte, la Coordinadora del Tercer Sector de la Comunidad de Madrid ha elevado una consulta y solicitud de actuaciones al Defensor del Pueblo sobre esta cartilla, mostrando su preocupación que esta actuación “segregue a la población en función del acceso a PCR u otras medidas de diagnosis”. Recuerdan desde el Tercer Sector que actualmente estas pruebas “no están en accesibilidad universal y sólo se pueden alcanzar si se contratan en la sanidad privada, por lo que se deja fuera a las personas más vulnerables”. De aplicarse, añaden, podría suponer además una discriminación en el acceso a servicios o uso de instalaciones.
Desde la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública han considerado la cartilla como “una idea extravagante en la línea de las ocurrencias de Isabel Díaz Ayuso y su consejero, Enrique Ruiz Escudero, porque se desconoce la inmunidad y la duración de la misma que pueda provocar la enfermedad”.