Es complicado ofrecer una respuesta rotunda si los tatuajes son una ventaja o un perjuicio a la hora de acudir a una entrevista de trabajo, pero desde IMF Institución Académica, la responsable académica del área de recursos humanos, Teresa Vila, nos ofrece una serie de tips a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de realizarse un tatuaje y cómo puede afectar a la hora de ser el elegido en una entrevista de trabajo.
Los sectores en los que menos personas con tatuajes visibles encontramos son aquellos que tienen una cultura más conservadora y cuyo trabajo consiste en brindar seguridad al cliente.
Hablamos de sectores como la banca, por la seguridad financiera que debe transmitir; seguros, por la garantía de respuesta que deben brindar a su colectivo; consultoría, por ser expertos y asesorar al cliente en cambios estratégicos del negocio y Seguridad Pública (Policía - Guardia Civil), porque son los referentes en materia de hacer cumplir la ley.
En otras palabras, todas estas empresas basan la relación con sus clientes en la confianza y la seguridad. De hecho, cabe destacar que casi por regla general, en este tipo de empresas los empleados tienen un código de vestimenta formal o un uniforme que tampoco deja mucha piel al descubierto y las posibilidades de hacer visibles los tatuajes se minimizan.
Por otro lado, hay industrias que han sido pioneras en implantar políticas de inclusión y diversidad dentro de sus empleados. Esto ha permitido que los empleados con tatuajes los puedan mostrar sin tabú. Aquí resaltaríamos empresas con funciones orientadas al mundo artístico y creativo e incluso algunas compañías de digitales y gran consumo.
De hecho, de cara a optar a muchos puestos de trabajo, los tatuajes esconden múltiples significaciones y refuerzan la individualidad, lo que resulta muy atractivo en diversos sectores y para los responsables de recursos humanos a la hora de decantarse por el profesional con tatuajes.
Sin duda, en los últimos años ha habido una mayor aceptación. No podemos perder de vista el fenómeno intergeneracional que vivimos hoy en las organizaciones, donde en un mismo espacio conviven empleados hasta de cinco generaciones diferentes. Esto nos ha hecho reconocer y aceptar diferentes estilos personales.
Si enmarcamos a los millenials como la generación nacida desde el año 1981 hasta 1999, nos daremos cuenta de que parte de esta generación ya está en posiciones de liderazgo. Además, debemos sumarle que hay estudios que nos indican que uno de cada tres millenials está tatuado. Es por ellos que esta generación ha ido normalizando en la sociedad la visibilidad del tatuaje.
En definitiva, está claro que existe, por lo general, una ruptura con los estereotipos y prejuicios existentes en torno a la tinta en la piel. Sin embargo, tal y como hemos comentado anteriormente, esta afirmación dependerá no solo de la evolución de la sociedad, sino también de la aceptación y normalización por parte de las empresas y profesionales que contratan.