La estación de Gran Vía, para 2021

Metro de Madrid comenzó este lunes sus trabajos en la estación de Gran Vía, que se corresponden con su arquitectura interior e instalaciones, unas labores que se solaparán durante un trimestre, aproximadamente, con los trabajos de la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid. Fuentes del área han explicado que se prevé que la estación, cerrada desde 2018, pueda reabrir a lo largo de 2021, de no presentarse ningún imprevisto.

Estos trabajos se han visto ralentizados tanto por la pandemia del coronavirus, como por la aparición de vestigios arqueológicos en su interior. Estos hallazgos plantearon "importantes complicaciones técnicas", tanto porque se actúa sobre "infraestructuras antiguas", como por el "entorno complejo" con protección de patrimonio cultural.

Así, la crisis sanitaria retrasó los últimos plazos previstos por la Consejería, que ya incorporaban los efectos de los hallazgos de los restos arqueológicos en el proceder de las obras. Posteriormente, se pudo retomar la actividad, pero solo de forma parcial -trabajando a un 25-30% del ritmo normal-, por las limitaciones sanitarias y medidas preventivas que era obligado adoptar. Desde finales de mayo, se ha reabierto la actividad en todos los tajos, pero se sigue trabajando a un ritmo menor del habitual (a un 75-80% del rendimiento normal).

Con este nuevo esquema de trabajo, la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Transportes espera concluir la obra civil a finales de noviembre o principios de diciembre.

Asimismo, desde Transportes han incidido en que "en todo momento" se ha primado la "seguridad y protección" del posible patrimonio que pueda aparecer -siguiendo las indicaciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural-. En este sentido, han recordado que el último ejemplo más significativo fue la aparición, en el último trimestre del año pasado, de los restos más profundos de la estación original de 1919 -escalera, pozos de ascensores y vestíbulo de estación-, que hasta la fecha no se habían podido descubrir. Estos restos se catalogaron y se desalojó la zona definitivamente en el mes de diciembre.