Este es sólo uno de los 232 proyectos aprobados durante cuatro ediciones de los Presupuestos Participativos, en los que los madrileños podían hacer propuestas de barrio o ciudad que se sometían al voto ciudadano, y que el equipo de gobierno ha decidido cancelar en función de informes técnicos que justifican su inviabilidad.
Entre los dos centenares de propuestas rechazadas hay situaciones dispares: algunas estaban aprobadas y en marcha, otras en estudio, algunas ya habían sido incluso descartadas previamente. Proyectos presentados por ciduadanos como un espacio sociocultural en el Mercado de la Guindalera o una filmoteca ciudadana a la que se había buscado emplazamiento en el futuro centro cultural de Colón, un rocódromo en la Colonia del Manzanares alegando que precisaría personal para su supervisión, sombra para los parques infantiles en Hortaleza, huertos urbanos, carriles bici o un museo de arte urbano.
El documento del área de Coordinación Territorial, Participación Ciudadana y Transparencia que preside Silvia Saavedra y que justifica estas anulaciones se basa en una decena de parámetros, como no ser competencia municipal, afectar a contratos en vigor, iniciativas ya previstas, espacios que no son de titularidad municipal, incluir elementos no homologados, cuestiones de seguridad...
"Nos parece inconcebible que una ciudad retroceda en materia de participación ciudadana y es lo que entendemos que ocurre cuando su gobierno decide no cumplir con el mandato ciudadano de realizar un número importante de proyectos, que recabaron el respaldo popular en una fase de elección pública, libre y con todas las garantías para ser reconocida como válida", señalan desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid.
Respecto a su alegación al inventario de edificios con amianto, una propuesta aprobada en la edición de 2018, la Fravm apunta que para retirarlo "el Consistorio argumenta que trasciende la competencia municipal, una justificación muy utilizada por nuestros gestores y políticos cuando se quieren desentender de un tema que molesta".
En este caso, aunque el desamiantado de edificios es competencia de la Comunidad de Madrid, recuerdan desde la Fravm, el Ayuntamiento tiene una línea específica para su retirada en el Plan Rehabilita 2020. Llama la atención, apuntan, que contara con el visto bueno de los técnicos: "parece raro que los mismos servicios técnicos viesen viable la propuesta en 2018 y en 2020 la aprecien inviable". Más bien, apuntan, "no atiende a razones técnicas, sino a otras de naturaleza diferente". Por ejemplo, falta de presupuesto, medios humanos, capacidad organizativa o, "lo que sería peor, alguna cuestión de índole político injustificable", que sólo hace que "desincentivar la participación de la población en asuntos públicos".
Por su parte, desde Más Madrid, cuyo equipo de gobierno puso en marcha los Presupuestos Participativos, han anunciado que pedirá explicaciones, y animan a los ciudadanos y entidades a presentar alegaciones, hasta el día 23 de septiembre, a sus proyectos cancelados.
El concejal Nacho Murgui ha criticado que el área encabezada por la vicealcaldesa Begoña Villacís haya renunciado a celebrar la edición de 2020 de presupuestos participativos, y ahora “eche por tierra” casi una cuarta parte de los proyectos ya aprobados y que estaban incluidos en el Presupuesto municipal.
En el ánalisis realizado por la formación, se destaca que los proyectos cancelados la movilidad y la infancia son las áreas más afectadas por la decisión del Gobierno municipal. Se van a eliminar cerca de 30 proyectos que planteaban construir carriles bici y mejoras para la movilidad en bicicleta, como los ejes de Menéndez Pelayo-Retiro, el carril bici circular de Orcasitas, un proyecto de camino escolar seguro entre Parque de Roma y Sáinz de Baranda o Carriles 30” para facilitar el uso de la bicicleta de manera segura en Latina.
También destacan la eliminación de más de 30 proyectos dedicados a la infancia: se suprimen propuestas de creación de ludotecas públicas en todos los distritos, parques infantiles y mejoras de los espacios de juego, como la propuesta de reformar 21 grandes áreas infantiles, poner parasoles y zonas de sombra para el verano o implementar medidas inclusivas y de accesibilidad.