Las mascarillas higiénicas reutilizables no son productos sanitarios ni equipos de protección individual, recuerdan desde el Consejo General de Enfermería, que ha lanzado un vídeo y una infografía con recomendaciones para saber elegir aquellas que realmente protegen de la infección.
Así, lo primero que hay que hacer es comprobar que la etiqueta especifica que cumple la normativa UNE-EN 0065 (o la homóloga europea CWA17553), que significa que tiene una filtración mayor o igual a 90 de dentro afuera, que está homologada, testada y fabricada según estándar.
En la ficha del producto también se deben incluir las recomendaciones de lavado del fabricante, el número de lavados que soporta -descartando las que aguanten menos de cinco lavados-, la composición, periodo y tiempo recomendado de uso, que no debe ser nunca superior a cuatro horas seguidas o intermitentes; además, la etiqueta debe concretar la eficacia de filtración y respirabilidad.
De acuerdo con estos parámetros, la Organización Colegial de Enfermería las ha clasificado en función de si su uso está recomendado, las que podrían usarse de forma ocasional y las que no recomienda su uso en ningún caso.
Las aconsejadas son aquellas que están homologadas, cumplen la normativa y están testadas; las que podrían usarse de forma ocasional son aquellas de elaboración casera que han usado los materiales autorizados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y que, aunque no están ni homologadas, ni testadas y no cumplen la normativa, cuentan con los materiales adecuados para protegernos.
Aquellas que no deben no deben usarse bajo ningún concepto son las caseras que no empleen los materiales recomendados, ni las que se venden en establecimientos comerciales, pero no cumplen la normativa.
Pero, no sólo son importantes de cara a la protección las características, sino que es necesario saber utilizarlas correctamente, "nunca olvidar realizar una correcta higiene de manos antes y después de manipularlo y saber guardarlas de forma correcta para que no se contaminen con agentes externos", puntualiza el presidente del Consejo, Florentino Pérez Raya.
En este sentido, las enfermeras sugieren idear sistemas recordatorios que avisen cuando hayan pasado las cuatro horas de uso y para saber si toca lavarlas o desecharlas, ya sea mediante una alarma en el móvil o anotación en la agenda personal, por ejemplo.
Para evitar que se contaminen, aconsejan guardar las mascarillas en bolsas transpirables entre uso y uso; llevar dos bolsas para guardar en una las sucias y en otras las limpias, no utilizar cordones sin funda para colgarlas y manipularlas siempre desde las gomas o tiras.
Y siempre llevar una de repuesto, porque "siempre se nos puede mojar, romper o perder".