Un hecho que Redondo ha agradecido, porque “supone apostar por los mercados municipales, buscar sinergias entre lo público y lo privado y, sobre todo, lanzar acciones de dinamización del comercio y la vida en los barrios”, algo fundamental tras la llegada de la COVID-19.
Este año, el festival Pinta Malasaña, ante la imposibilidad de celebrarse en las calles, ha realizado sus murales en los cierres de los puestos de los comerciantes, que han prestado sus paredes y persianas para llenar de color el Mercado de los Mostenses.
Una iniciativa que ha salido adelante gracias al apoyo que han prestado Mahou y Pinturas Pebeo para la realización de las obras y, además, han concedido los premios habituales que otorga el festival a los mejores murales.