El ‘viernes negro’ es un día fijado en el calendario por sus llamativas ofertas al igual que las temporadas de rebajas, y por su proximidad a Navidad es considerado como una de las fechas en las que más se consume.
Desde unos años, y marcado por el compromiso con el medio ambiente, el Green Friday nace como alternativa sostenible, tratando de mitigar el consumo desenfrenado hacia un comportamiento más comedido y sostenible.
El viernes posterior al día de Acción de Gracias marca el Black Friday de cada año, una tradición importada de Estados Unidos, pero que se consolida en el mundo con el paso de los años a través de grandes descuentos, que se extienden además al lunes contiguo con el Cyber Monday, destinado a compras online.
Lo que comenzó siendo una tradición de compra en un solo día, ha acabado convirtiendo el mes de noviembre en una temporada más de ofertas, con comercios que mantienen sus descuentos de Black Friday durante dos semanas del mes, incitando a consumir en sectores como la informática, la moda o el estilo de vida.
En este contexto nace la alternativa Green Friday, una que busca concienciar sobre el consumo, orientándolo hacia un acto responsable y también sostenible con el medio y las personas, e impulsado por representantes de la Comisión Europea y organizaciones como Ecodes, WWF y Ecoservis.
Aunque el viernes verde llegó a España en 2015 desde Estados Unidos, cada año cobra más fuerza a través de marcas que se suman a esta propuesta.
La cadena escandinava Ikea se ha sumado al Green Friday, mediante una iniciativa en la que adquieren los muebles que los usuarios ya no utilicen, para asignárselos a “alguien que los necesite de verdad”. A cambio, la persona recibe un crédito de Ikea, sin fecha de caducidad, para poder utilizarlo cuando desee.
La moda es uno de los sectores en los que más se invertirá durante este Black Friday, según ha publicado la plataforma Google en su último estudio, otorgando un 32% a los productos de este campo, que es además una de las industrias más contaminantes y en la que algunas marcas se posicionan del lado de la sostenibilidad.
'Repite más, necesita menos', reza el eslogan de la última campaña presentada por Adolfo Domínguez, protagonizada por conjuntos de hace más de veinte años presentados junto con prendas de otras marcas low cost. Convertida así en una de las primeras campañas en introducir nombres de otras marcas, insta al consumidor a reflexionar sobre la versatilidad y atemporalidad de la ropa. “Repite con H&M, repite con COS, repite con Zara”, puede leerse en sus carteles.
Una firma consagrada en la sostenibilidad es Ecoalf, que trabaja sus productos en una filosofía sostenible, a partir de procesos de creación que no dañen el medioambiente y de materiales reciclados. Javier Goyeneche, su fundador y un gran abanderado de las causas 'eco', tiene claro que “el sistema de negocios tiene que cambiar”, ya que “pedir productos que sean muy baratos, ecológicos y de calidad es incoherente”, remarca durante la charla virtual 'Voces unidas por el planeta en las siguientes temporadas'.