Sin ser una retrospectiva, la muestra sí constituye una reflexión sobre las jerarquías del dibujo convencional, articulada mediante un montaje expositivo expandido, que compone conjuntos fragmentarios y repeticiones rítmicas y aleatorias.
La muestra abarca casi tres décadas de su obra, desde los años noventa hasta la actualidad. Son piezas siempre relacionadas con el papel, ya sean dibujos, collages, serigrafías, fotocopias o cartulinas. De sus composiciones emerge una cultura visual muy singular, donde se observan ecos del dadaísmo, de la música, de la filosofía directa Do It Yourself (hazlo tú mismo-hazlo tú misma) y del pensamiento feminista, que está muy vinculado al movimiento político Riot Grrrls, surgido en los años 90, con un mensaje muy potente: “si no te gusta lo que hay a tu alrededor, cámbialo, hazlo tú misma”. En esa línea se inscribe gran parte del trabajo de Azucena Vieites, caracterizado por un estilo directo, fragmentario y horizontal.
La artista guipuzcoana emplea materiales que encuentra en revistas de arte y de moda, en portadas de discos y CD, fanzines, fotografías, pósteres de festivales, pancartas o libros y publicaciones feministas. Son imágenes que forman parte de la cultura popular de nuestro tiempo y, a través de la repetición, la seriación y el remake, llegamos a la trama cultural que las constituye. Como describe Mariano Mayer en el catálogo, este modo de trabajo le ha permitido “definir características materiales, expresar coordenadas temáticas y a la vez reformular ciertos códigos”.
Durante su visita, la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, señaló que “en la obra de Azucena Vieites encontramos la memoria de nuestro tiempo reflejada en un juego de imágenes gráficas, donde el original y la intervención artística se funden en un proceso de reflexión que dota a la realidad de un nuevo significado.”
Azucena Vieites analiza y revisa la capacidad del arte para crear formas y escrituras críticas, bajo una estética expresamente low-fi que cuestiona tanto la profesionalidad como el dogmatismo de un mensaje cerrado. Por ello, rara vez repara en una imagen completa, sino que se inclina por fragmentos, porque esa polisemia hace más rica su interpretación al huir de un concepto absoluto en la imagen. Casi siempre lo hace de un modo no exento de poesía.
Una mirada contracultural, que encuentra inspiración tanto en lo cotidiano como en los paisajes urbanos, a veces como espacios utópicos, donde se pueden y se deben cuestionar los comportamientos sociales.
Dirección: Alcalá, 31. Madrid.
Horario: de martes a sábados (incluido el 8 de diciembre), de 11.00 a 20.30 h. Domingos (incluido el 6 de diciembre), de 11.00 a 14.00 h. Cerrrado, lunes (incluido el 7 de diciembre), 24, 25, 31 de diciembre, 1 y 6 de enero.
Accesos: Metro, Sol (Línea 1, 2, 3) o Sevilla (Línea 2). EMT, autobuses 46, M2, 9, 2 y 150.