La exposición, comisariada por Carlos Martín, aborda temas como el desarraigo, la frontera, la identidad en fuga, los proyectos fallidos o la orfandad, que aportan a sus figuras retratadas una cualidad común: la de hijos de un naufragio, el de los grandes proyectos del siglo pasado. En palabras de Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, “la mirada de Matías Costa nos interpela de forma muy directa a cada uno de nosotros, con una reflexión sobre la naturaleza más íntima del ser humano, capaz de lo mejor y de lo peor.”
SOLO recoge siete series realizadas en diversos lugares del mundo, desde el fotoperiodismo inicial, a la mirada autoral y autobiográfica. Comienza con Hijos del vertedero (1995-1997), dedicada a la comunidad romaní que habitaba junto al vertedero de Valdemingómez; pasa por El país de los niños perdidos (1998), un retrato de los huérfanos del genocidio de Ruanda; y llega hasta los movimientos migratorios sur-norte, con el litoral europeo como puerto de llegada, en la serie Extraños (1999-2005).
Matías Costa comienza a trabajar en color en la serie Cuando todos seamos ricos (2006), un trabajo sobre el salto al capitalismo en la China posterior a las reformas de Deng Xiaoping. En Cargo (2008-2017), se ocupa de la concentración de barcos soviéticos varados en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria. De Canarias, Costa viaja a Panamá con la serie Zonians (2011-2013), para detenerse en un fenómeno postcolonial escasamente conocido: la comunidad de estadounidenses expatriados a Panamá para administrar el legendario canal que une dos océanos. La última serie, The Family Project (2008- actualidad) es un relato intermitente por las escenas primordiales que marcan la biografía de Matías Costa.
Estas imágenes solo se comprenden en su profundidad gracias a un segundo estrato que recorre todo el espacio de la Sala Canal de Isabel II: un árbol genealógico. Este se filtra entre las series y está formado por fotografías, documentos y páginas extraídas de Cuaderno de campo, el formato experimental en constante progreso que le ha acompañado a lo largo de su carrera. Estos restos del discurso desafían cronologías, lugares y lógicas narrativas para desvelar la evolución de cada proyecto y la de su biografía, anhelos, recuerdos y fantasías.
La muestra ofrece una nueva comprensión de la trayectoria de Costa, en cuyas fotografías se dibujan una ventana y, al mismo tiempo, un espejo: una mirada constante y obstinada hacia el interior y el exterior, que no mira al mundo a través de sí, sino que se descubre y reconoce a través de él.
La exposición se complementa con un catálogo que incluye textos del comisario, Carlos Martín, la periodista Leila Guerriero o la crítica especializada en fotografía, Federica Chiocchetti. Además, la Sala Canal de Isabel II ha programado un diverso programa de actividades para acercar la figura y trayectoria de Matías Costa a los diferentes públicos, como visitas guiadas, encuentros con el fotógrafo y el comisario, o las charlas online Aula Canal.