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Los tapices de Rafael, en el Palacio Real

La colección real española de tapices, gestionada y administrada por Patrimonio Nacional, es considerada única en el mundo por el número de piezas que atesora.

'Rafael en Palacio. Tapices para Felipe II'

Mª del Carmen García | Martes 08 de diciembre de 2020
'Rafael en palacio. Tapices para Felipe II' es la primera exposición temporal de Patrimonio Nacional tras el confinamiento. Sita en la Galería del Palacio Real de Madrid, espacio acorde con la monumentalidad y estructura arquitectónica de la tapicería 'Los Hechos de los Apóstoles' de Rafael, se presenta por primera vez la secuencia completa de la serie de la colección de Felipe II.

Los tapices fueron, desde la Baja Edad Media hasta las postrimerías del siglo XVIII, los objetos de lujo fundamentales en los palacios reales y las mejores casas nobles de Europa. Competían en valor con las pinturas al óleo de los grandes maestros y, con frecuencia, estos maestros eran los responsables de sus diseños, como en el caso de los tapices que ahora se exponen.

La exposición conmemorativa de Rafael coincidirá durante unos meses con la prórroga de la exposición La Otra Corte. Mujeres de la Casa de Austria en los Monasterios Reales de las Descalzas y la Encarnación, que se celebra en las salas de Exposiciones Temporales del Palacio Real de Madrid hasta enero de 2021. Esta coincidencia ofrece una ocasión excepcional para constatar el influjo de Rafael en la obra de Rubens y comprobar las similitudes compositivas entre las series de Los Hechos de los Apóstoles y El Triunfo de la Eucaristía. Tapicerías que evidencian la perfección técnica alcanzada por las manufacturas de Bruselas durante los siglos XVI y XVII, y la primacía mundial de la colección de tapices de Patrimonio Nacional.

La colección real española de tapices, gestionada y administrada por Patrimonio Nacional, es considerada única en el mundo por el número de piezas que atesora, más de quinientos ejemplares sobresalientes de la excelente producción manufacturera flamenca renacentista y barroca, y más de ochocientos paños de la significativa fabricación española del siglo XVIII.

La formación de esta colección responde al mecenazgo de los príncipes y monarcas de las casas de Habsburgo y de Borbón, y la integran series que reflejan la colaboración de los más ilustres maestros tapiceros como Pieter van Aelst, las sagas familiares de los Pannemaker, Raes, Geubels, Van Tieghem o Vandergoten con los genios de la pintura europea, que desempeñaron un papel primordial y lograron alzar el arte de la tapicería al rango de las Bellas Artes, Durero, El Bosco, Rafael, Rubens y Goya.

El origen de la serie

El Papa Leon X encarga a Rafael la realización de los cartones para tapices de Los Hechos de los Apóstoles, para completar la decoración de la Capilla Sixtina. Rafael plasmó en estos tapices la imagen de los primeros tiempos de la cristiandad y creó un nuevo lenguaje artístico, donde combinó formas clásicas y contenidos cristianos. La iconografía de Cristo y de los apóstoles creada por el pintor de Urbino ejerció a partir de entonces un influjo profundo sobre el arte europeo. Sus creaciones, admiradas por pintores como Rubens o Nicolas Poussin, alcanzaron la consideración de obras maestras del arte clásico.

El éxito alcanzado por la tapicería de Los Hechos de los Apóstoles, primera serie tejida para el papa en la manufactura de Pieter van Aelst (h. 1450-h. 1533), príncipe de los tapiceros flamencos, provocó la reedición multiplicada y consecutiva de la serie vaticana para otros mecenas y comitentes. Francisco I de Francia y Enrique VIII de Inglaterra encargaron sus correspondientes copias a los talleres de Bruselas, reediciones lamentablemente desaparecidas. La primera fue quemada durante la Revolución francesa y la segunda, destruida en Berlín al ser bombardeada la ciudad en la Segunda Guerra Mundial.

Felipe II, cuya colección de tapices fue equiparable en cantidad y calidad a las de los citados monarcas europeos, enriqueció su tesoro textil con la reedición tejida en la manufactura bruselense de Jan van Tieghem (act. 1530-1568) y Frans Gheteels (act. 1540-1568), adquirida en la Lonja de los Tapiceros de Amberes, probablemente entre 1549 y 1555, fechas de los viajes del príncipe Felipe a los Países Bajos.

Felipe III redobló su interés por la obra de Rafael al donar al Real Monasterio de la Encarnación, fundado por su esposa Margarita de Austria, una nueva reedición tejida hacia 1614 en los telares de Bruselas dirigidos por Jan Raes II (h. 1570-h. 1643) y Jacob Geubels II (1599-h. 1630).

Los dos ciclos de tapices

Los tapices que se exponen ahora se corresponden con dos narraciones, el ciclo de Pedro o petrino y el ciclo paulino o de Pablo. El de Pedro consta de cuatro tapices, entre ellos el que abre la exposición, La pesca milagrosa, en el cual los maestros tapiceros incorporan por primera vez un fondo de paisaje en un tapiz. La admiración que causa la composición de Rafael tiene su contrapartida en la destreza de los tapiceros.

Por su parte, el ciclo paulino consta de cinco tapices, siendo el último La predicación de san Pablo en el areópago de Atenas, que fue concebido por Rafael como colofón y homenaje a sus mecenas, el pontífice León X (1475-1521) y el humanista Janus Lascaris (1445-1534), incorporados entre los filósofos asistentes al debate paulino en la plaza principal de la capital del Ática.

Catálogo

Con motivo de esta muestra, Patrimonio Nacional ha editado una monografía, bajo el título Tapices de Rafael para la Corona de España, en la que se estudian en profundidad las series de tapices de Rafael conservadas en las Colecciones Reales, ofreciendo además una excelente documentación gráfica de los tapices.

La publicación se ha planteado con la ambición de constituirse en la obra de referencia sobre los tapices de Rafael conservados por Patrimonio Nacional, por lo que su alcance va más allá de lo que sería un catálogo de la exposición temporal propiamente dicha.

La celebración en 2020 del V aniversario de la muerte de Rafael Sanzio (1483-1520) en Roma se ha transformado en un homenaje internacional, secundado por museos europeos y norteamericanos que conservan obras del “príncipe de los pintores”.

La Capilla Sixtina y la Scuderia del Quirinal, en Roma; la Pinacoteca Ambrosiana, de Milán; el Palacio Ducal, de Urbino; el Museo Pontificio, de Loreto; el Victoria & Albert Museum y la National Gallery, de Londres; la Pinacoteca y el Bode Museum, de Berlín; y la National Gallery, de Washington han establecido una red virtual conmemorativa, a la que Patrimonio Nacional se incorpora con este proyecto editorial y expositivo.

Palacio Real. Hasta abril 2021.

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