El ángel del edificio Metrópolis de la Gran Vía llena de ilusión la ciudad de Madrid en el instante que llega la estrella de Oriente ante la mirada de un abuelo que pasea con su nieta, cada uno con su mascarilla. Es el cartel de la Navidad 2020 ilustrado por Asia Orlando que podemos ver en numerosos espacios de la ciudad. Una historia ilustrada que nos recuerda, más si cabe en estos tiempos difíciles que estamos viviendo, que no debemos perder la esperanza y que la Navidad es una época mágica.
Recogemos la entrevista realizada por diario.madrid.es, en la que la ilustradora cuenta de qué forma Madrid le ha inspirado, cuáles son sus rincones favoritos y cómo se ve a la ciudad desde la distancia.
- ¿Qué historia cuenta este cartel?
- La historia del cartel es una historia cotidiana. Es una escena de esperanza en estos tiempos difíciles. Tal vez este año la historia que cuenta el cartel es un poquito la historia de cada uno de nosotros.
- ¿Quiénes son los protagonistas, los visibles e invisibles?
- Creo que los protagonistas somos todos nosotros. Algunos claramente visibles y otros, no tanto. Para mí, los protagonistas centrales son la esperanza y las ganas de reconectar con nuestros seres queridos en estas fiestas, ahora más que nunca.
- ¿En qué o en quiénes te has inspirado para realizarlo?
- La inspiración llega de todos lados. Puede ser tanto de un recuerdo, de un paseo por la ciudad o también, en este caso, de las conversaciones que he tenido con el equipo creativo y a través del briefing. Por ejemplo, el edificio de Metrópolis fue mi manera de representar la ciudad a través de su arquitectura, que tanto me gusta. Las personas en las ventanas o las siluetas detrás de los vidrios pretenden ser, de alguna manera, cualquiera de nosotros. Siluetas que representan momentos en estas celebraciones, ya sea conectando con seres queridos a través de la tecnología, pasándolas con el círculo más cercano o bien disfrutando de un paseo por la ciudad.
- ¿Qué te inspira Madrid y cuál es tu relación con la ciudad?
- Madrid es una de esas ciudades de la que no me puedo desprender. Hace ya casi un año que he dejado de viajar, como probablemente muchos de nosotros, y en cada conversación que tengo sobre los primeros destinos a visitar, cuando pase todo esto, Madrid es primero en la lista. Es una ciudad a la que encuentro preciosa en cualquier momento. La gente, la comida, los pequeños bares y cafés y tiendas de cosas únicas, mercadillos, todo me inspira a crear. La ciudad en si me inspira mucha libertad, los pequeños rincones me despiertan curiosidad. No veo la hora de volver.
- ¿Cuáles son tus rincones favoritos?
- ¡Tengo muchísimos sitios favoritos! Me encanta El Retiro, es donde más agusto estoy los fines de semana en verano. Allí me siento a dibujar, observar los loros, pequeñas tortugas y reflejos del palacio en el agua. Me fascina ir descubriendo tiendas de antigüedades, pequeñas ferias de libros y siempre llevarme alguna que otra nueva obra para leer a casa. En mis tiempos de estudiante, me encantaba subirme a las azoteas del Círculo de Bellas Artes y del Museo Reina Sofia para admirar la ciudad desde arriba o irme en bici para pasar un rato en Madrid Río. Echo muchísimo de menos hacer yoga en el Templo de Debod y quedarme allí para ver los atardeceres más bonitos.
- ¿Qué opinión tienes de Madrid desde el punto de vista del diseño?
- Madrid está lleno de diseño, artistas jóvenes, iniciativas increíbles. De hecho, ese espíritu artístico que encontrarás por las calles madrileñas es una de las cosas que más echo de menos. La cantidad de pequeñas tiendas que ofrecen productos únicos de artesanía, diseño, láminas y esculturas de artistas independientes es una cosa fantástica. Cada vez que veo un nuevo local abrir sus puertas, me lo apunto en una lista de lugares para visitar. Lista que cada vez se hace más larga. La oferta de los museos también es algo de lo que disfruto mucho.
- ¿Cómo se ve Madrid desde la distancia?
- Se la echa mucho de menos. Tal vez, desde la distancia, se pueden notar más aquellas cosas que antes no se podían apreciar. Ámsterdam, donde vivo actualmente, también me gusta muchísimo y la sigo descubriendo, así que, si fuera posible viviría en ambas a la vez.