La mayoría de los ciudadanos son candidatos a las vacunas, que serán voluntarias y gratuitas. Por eso, con esta guía rápida sobre las vacunas contra el coronavirus podemos despejar dudas en función de lo establecido en la estrategia de vacunación covid-19 del Gobierno de España.
Nuestro país tiene previsto adquirir unas 140 millones de dosis, para inmunizar a unas 80 millones de personas. Por tanto, además de posibilitar la vacunación de los 47 millones de ciudadanos en España, también se atenderán de forma solidaria las necesidades de otros países.
Desde el 27 de diciembre y hasta el 4 de enero, las comunidades autónomas han dispensado este fármaco a 82.834 personas y se han recibido más de 700.000 dosis de la única vacuna aprobada hasta este martes en la Unión Europea, la de Pfizer-BioNTech.
En este arranque del proceso, la vacunación se está llevando a cabo en las residencias de mayores y entre el personal sanitario.
En fases posteriores, el Servicio de Salud de cada comunidad autónoma contactará con las personas a las que va a vacunar, siguiendo el orden de priorización establecido por vulnerabilidad.
En un primer momento, las vacunas sólo estarán disponibles en los servicios de salud.
Siete son las vacunas a las que España podrá tener acceso a través del programa de adquisición de la Unión Europea y después de que sean aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por su siglas en inglés), asegurando así que son seguras y eficaces para su uso en la población.
La primera vacuna autorizada por la EMA, y que se está dispensando en todas las comunidades autónomas desde el pasado 27 de diciembre, es la del consorcio estadounidense-alemán Pfizer-BioNTech.
Desde el 6 de enero, la EMA autorizó la segunda vacuna, la de la farmacéutica estadounidense Moderna, que tambi´rn ha comenzado su distribución.
La tercera vacuna en posición de salida es la británica Oxford-Astrazeneca, en proceso de revisión de la UE, aunque ya se está dispensando en Reino Unido que acaba de dejar de ser socio europeo.
Pero, hay otras cuatro vacunas en cartera previstas para este año, aunque todavía en desarrollo y sin publicar sus datos de eficacia en las revistas científicas:
- Janssen: con una o dos dosis y basada en vector adenovirus.
- Sanofi-GSK: dos dosis y basada en la proteína S.
- Novavamax: dos dosis y basada en la proteína S.
- CureVac: dos dosis y basada en tecnología ARN mensajero.
No hay posibilidad de elección. Las vacunas se irán dispensando según vayan siendo autorizadas por la EMA y distribuidas, priorizando a los grupos de población con mayor riesgo.
También dependerá del número de unidades que lleguen de cada una de ellas, según lo acordado por cada país, y el momento. Es posible que se solapen varias vacunas a la vez o que puede haber algunos retrasos, como ya ha ocurrido con la de Pfizer-BioNTech tanto en Europa, como en Estados Unidos.
El proceso de vacunación se divide entre tres etapas y hay quince grupos de población, según la estrategia de vacunación del Gobierno contra el coronavirus.
1/ Primera etapa, de diciembre a marzo:
- Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes.
- Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario.
- Otro personal sanitario y sociosanitario (no incluido en el grupo anterior) que realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que pueden estar infectadas por SARS-CoV-2.
- Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
2/ Segunda etapa, de marzo a junio.
3/ Tercera etapa, de junio y durante el verano.
Los grupos de la segunda y tercera etapa todavía no están establecidos, pero restando los de la primera fase quedarían los siguientes:
- Población general mayor de 64 años.
- Personas con condiciones de riesgo.
- Personas que viven o trabajan en comunidades o entornos cerrados.
- Personas que viven o trabajan en comunidades o entornos cerrados.
- Personas pertenecientes a poblaciones vulnerables por su situación socioeconómica.
- Personas con trabajos esenciales
- Personal docente
- Población infantil
- Población adolescente y joven (mayores de 16 años).
- Población adulta
- Población de áreas de incidencia y situaciones de brotes.
- Embarazadas (casos individuales)
- Población seropositiva a SARS-CoV-2
La mayoría de las vacunas a las que España tendrá acceso tienen dos dosis, excepto la de la Janssen que contempla una o dos.
En en el caso del preparado de Pfizer, se administra con un margen entre 19 y 42 días entre una y otra, la prescripción es de 21 días, y la inmunidad no se alcanza de forma efectiva hasta siete días después de haber recibido la segunda dosis.
La Agencia Europea del Medicamento desaconseja retrasar más de 42 días la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, mientras países como Alemania o Bélgica estudian administrar la primera inyección a más gente al principio y postergar la segunda más allá de los 21 días prescritos.
España ha decidido seguir la estrategia de dispensar la segunda dosis después de los 21, 22 o 23 días de la primera y no retrasarla más.
El principal objetivo es prevenir la infección por coronavirus y el desarrollo de la enfermedad, la COVID19, tanto a nivel individual como grupal.
Las vacunas enseñan al organismo a luchar contra el agente invasor, creando inmunidad.
Pero, lo que todavía se desconoce es cuánto dura la inmunidad que nos dan las vacunas, podría ser que tengamos que vacunarnos todos los años como ocurre con la gripe.
Las vacunas pueden generar algunos efectos secundarios, aunque no en todas las personas.
En la vacuna más dispensada, la de Pzifer-BioNTech, se han observado efectos muy frecuentes, como dolor o hinchazón en la zona de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, muscular o en las articulaciones, escalofríos o fiebre.
Hay otros efectos menos frecuentes, como nauseas o insomnio, y raros, como parálisis temporal en un lado de la cara.
La vacuna de Pfizer-BioNTech está contraindicada en personas que hayan presentado una reacción anafiláctica a una dosis previa de vacuna frente a la COVID-19 o a alguno de los componentes de la vacuna.
En personas con alergias a otras vacunas o medicamentos con otros componentes diferentes no presentes en la vacuna COVID19, no está contraindicada.
Tampoco en personas con alergias alimentarias, a animales, insectos, alérgenos del ambiente, látex u otras alergias.
No hay evidencia suficiente para recomendar su uso durante el embarazo. En términos generales, debe posponerse la vacunación de embarazadas hasta el final de la gestación. Si la embarazada tiene alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones, puede valorarse la vacunación de manera individualizada.
En el caso de mujeres que planean quedarse embarazadas en el futuro, como medida de precaución se pueden esperar dos semanas tras la administración de la segunda dosis, aunque es muy probable que no ocasione problemas.
Tampoco hay datos sobre los posibles efectos de la vacuna durante la lactancia (ni sobre la producción de leche, ni sobre el lactante), aunque teniendo en cuenta el tipo de vacuna actualmente autorizada (la de Pfizer-BioNTech) no se considera que suponga un riesgo para el lactante.
Las personas en tratamiento crónico con anticoagulantes (como Sintrom y otros), que mantengan controlado y estable el indicador INR (Índice internacional normalizado), pueden recibir la vacunación intramuscular sin problema. En caso de duda, debe consultar con el personal clínico responsable de su tratamiento.
Aunque se ha observado que la mayor parte de las personas infectadas por el nuevo coronavirus desarrollan una respuesta inmune protectora, se desconoce el tiempo que dura esta protección y si será más leve la enfermedad en caso de sufrir una nueva infección.
Teniendo en cuenta, además, que la vacuna es igualmente segura en las personas que han pasado la enfermedad, se ha considerado la vacunación en aquellas más vulnerables en la primera etapa, sin tener en cuenta si han pasado la enfermedad o no.
Las vacunas desarrolladas son de tres tipos, en función de la tecnología empleada: ARN mensajero (novedosa), vectores víricos y proteínas.
Nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar en nuestro cuerpo y produce anticuerpos neutralizantes, que se unen a las proteínas S del virus, la puerta de entrada a la célula humana, impidiéndole continuar su camino, como linfocitos T contribuyen a la memoria inmune.