El Ministerio de Cultura pedirá el lunes a la Comunidad de Madrid que inicie los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la casa donde vivió, desde 1927 hasta su muerte en 1984, el Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre y así poder convertirla en la "gran Casa de la Poesía".
Así lo ha asegurado el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, durante la visita que ha realizado al número 3 de la antigua calle Velintonia, actual calle Vicente Aleixandre, un lugar "histórico que es la memoria de la Generación del 27".
"Me apetecía mucho venir, sobre todo, para ver si somos capaces, entre las distintas administraciones, de darle el reconocimiento que merece este lugar", ha asegurado.
Por eso, el lunes enviará una carta, así como telefoneará, a la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, para que les "ayude" en lo que "le corresponde a ella, que tiene que ver con el reconocimiento de este lugar, con la declaración de este lugar como un bien histórico".
"Y por tanto -ha añadido- que eso nos facilite tomar iniciativas que puedan ser conjuntas, para que esto pueda ser la casa de la poesía, que es nuestra voluntad. El compromiso del Ministerio, si conseguimos resolver esa cuestión, es apostar por esta casa de la poesía, un lugar que es histórico, de un premio Nobel".
Durante su visita a esta casa, donde el viejo cedro sigue en pie pese a Filomena, el presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, Alejandro Sanz, ha destacado que es la primera vez, en 26 años, que un ministro de Cultura les ha recibido; en concreto, desde la visita, en 1982, de Javier Solana como titular de esta cartera.
"Esta visita demuestra que hay voluntad de conservar esta edificación como la casa de la poesía que fue en tiempos de Vicente Aleixandre. Los obstáculos que hemos tenido hasta ahora han sido la falta de voluntad política en estos años, algo manifiesto. Desgraciadamente, no todos los políticos entienden que la cultura es de todos y para todos y Velintonia simboliza eso", ha expresado.
En este sentido, Sanz ha recordado que en esta casa, ahora casi en ruinas, el poeta acogió "a gente conservadora, como Gerardo Diego o Leopoldo Panero, y a gente menos conservadora, como Rafael Alberti o Manuel Altolaguirre, porque lo que realmente les unía era la poesía y la amistad".
"Fue una casa abierta a ningún tipo de ideología y eso es lo que algunos políticos tienen que empezar a defender. Este paso debe ser ejemplo para la Comunidad de Madrid y para el Ayuntamiento", ha pedido el presidente de esta asociación, que lleva más de 25 años pidiendo que se declare Bien de Interés Cultural esta casa.