"Solo entonces saltan las alarmas, cuando nos provoca una limitación en los movimientos más sencillos del día a día", explica la experta Inma Blanquer, directora del Centro Assari.
Un cuello sano debe tener tonificados sus principales músculos: el escaleno, el esplenio, el angular y al esternocleidomastoideo. "Sus principales funciones son sujetar nuestra cabeza y proteger las vértebras cervicales", añade la experta.
Además de la fortaleza de la musculatura del cuello, hay ejercicios de gimnasia facial que nos pueden ayudar a mejorar la estética del cuello, evitando el descolgamiento, las arrugas o la papada. Recomendamos cuatro movimientos que nos ayudarán. Lo ideal sería realizar 10 repeticiones diarias de cada uno de ellos.
1. Se levanta la barbilla y se coloca la mano bajo los músculos de la mandíbula. Se estira hacia delante y hacia arriba, manteniéndolo durante 10 segundos.
2. Con la cabeza erguida, se abre la boca al máximo y se mueve la mandíbula inferior hacia fuera y hacia adentro, alternativamente, acentuando la tensión.
3. Con la mirada hacia el techo y el cuello estirado, se fruncen los labios simulando un beso y se mantiene la postura 10 segundos. Se descansa el mismo tiempo.
4. Se gira la cabeza hacia un lado y se estira la mandíbula hacia delante para regresar luego a la posición inicial. Repitiéndolo hacia el otro lado.
Existe una serie clásica de seis estiramientos de cuello muy eficaz que consisten en:
1. De pie o sentados, estiramos lateralmente el cuello, inclinando la cabeza hacia un lado ayudándonos con la mano. Realizarlo 10 segundos a cada lado.
2. Se pie o sentados, colocamos una mano sobre la frente y con suavidad llevamos la cabeza hacia atrás sin mover el tronco durante 20 segundos.
3. De pie o sentados, colocamos las manos entrelazadas por detrás de la cabeza por encima de la nuca y tiramos de la cabeza hacia abajo (sin mover el tronco), hasta que la barbilla toque el pecho, durante 20 segundos.
4. De pie o sentados, colocamos una mano sobre la frente y con suavidad llevamos la cabeza un poco hacia atrás durante 5 segundos.
5. Tumbados, con las piernas flexionadas, rodillas ligeramente separadas, levantamos la cabeza, manteniendo la espalda en contacto con el suelo tres veces, durante 5 segundos cada una.
6. De pie, con las piernas separadas y ligeramente flexionadas, bajamos el tronco y nos cogemos los tobillos, si soltarnos estiramos la espalda hacia arriba durante 10 segundos.