La comisaria de la muestra, Magoga Piñas Azpitarte, ha explicado que entre los siglos XVI y XVII, como corte de Felipe II, "Madrid se convierte en un foco de ciencia y tecnología impresionante", atrayendo a artistas, científicos y técnicos y conocimiento, como los manuscritos de Leonardo da Vinci, de los cuales en España se conservan dos que no están en la exposición, porque no han podido salir de la Biblioteca Nacional.
Según Piñas, aparte de los dos que se conservan, conocidos como los Códices Madrid, "llegaron muchos más", casi todos los que se encuentran custodiados en los mejores museos del mundo, además de los aproximadamente 20 que desaparecieron, "y hay un misterio muy grande sobre qué pasó con ellos". Aunque "muchos volvieron a Italia y de ahí se repartieron por el mundo" y otros "seguramente arderían en uno de los incendios de las grandes bibliotecas", Piña ha expresado su deseo de que todavía pueda aparecer al menos "una hojita perdida" en algún archivo.
Asimismo, ha reconocido que le gustaría que esta exposición animara a otros investigadores a seguir investigando, a raíz de la revelación de "algunos indicios" de qué personas pudieron consultarlos. Así, cree que todos los que trabajaron con el escultor Pompeo Leoni en las obras del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial pudieron tener contacto con ellos, como Juan de Herrera, Jacopo da Trezzo y Juanelo Turriano.
En este sentido, El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias cuenta la historia del paso por España durante décadas de esos códices, de los que la gran mayoría están perdidos o ya no existen, al tiempo que supone un viaje por la ciencia y la tecnología en España, especialmente alrededor de la corte de Felipe II en Madrid.
"Hubo unas patentes alucinantes", ha recalcado Piñas, quien ha destacado la máquina de vapor de Jerónimo de Ayanz, cuyos dibujos parecen muy inspirados en los manuscritos de Leonardo da Vinci. Asimismo, entre las obras expuestas ha destacado el manuscrito Los 21 libros de los ingenios y de las máquinas, "el primer tratado hidráulico que se hizo en Europa", que es "de una belleza comparable a esos manuscritos de Leonardo da Vinci".
"Queremos contar que aquí en España se hacían en esa épocas cosas muy similares, con unos inventos y unos desarrollos tecnológicos muy parecidos, y algunos de ellos tienen indicios de que pudieran quizá haber estado inspirados en esas libretas que estuvieron aquí", ha explicado. Esos indicios son, entre otros, las huellas de lectura halladas en algunas obras originales de Leonardo, con anotaciones en castellano hechas por estudiosos, una práctica habitual en la época.
Además, en la muestra se pueden ver seis dibujos relacionados con Leonardo da Vinci del archivo de la Real Academia, que, aunque son copias, algunos tienen mucho valor, como el del Combate entre un dragón y un león, que se cree que es la copia más antigua de un dibujo perdido del propio Da Vinci.
El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias ofrece una variada selección de obras (pintura, escultura, instrumentos científicos y técnicos, manuscritos, libros, planos y grabados), procedentes de instituciones nacionales e internacionales, así como de colecciones particulares.
En total, en la exposición se han reunido 81 obras, cedidas por 23 instituciones, entre las que destacan la Biblioteca Nacional de España, el Museo Arqueológico Nacional, Patrimonio Nacional, el Museo Nacional del Prado, el Archivo General de Simancas, el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, la Biblioteca de la Universidad de Turín o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La muestra se completa con la edición de un catálogo, que reúne 18 artículos en los que el equipo de comisariado y otros destacados investigadores profundizan desde diferentes enfoques y perspectivas en el esplendor científico, técnico y cultural de la época y en su influencia posterior.
La exposición se complementará, a partir del 20 de febrero, con un programa de visitas guiadas gratuitas dirigidas al público adulto. Además, durante el mes de abril tendrá lugar un ciclo de conferencias, en el que se abordarán las diferentes facetas del contenido del proyecto expositivo.
En su vistia, la consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera de la Cruz, ha manifestado que "Madrid siempre ha sido un lugar de encuentro e intercambio de cultura y pensamiento", y ha defendido que esta característica "se ha mantenido a lo largo de los siglos" y, por lo tanto, forma "parte del ADN" de la región.
La consejera ha invitado a los madrileños a acudir a la exposición, donde "se respetan y cumplen todas las medidas sanitarias", bajo el lema de que "la cultura es segura".