No hace falta ninguna excusa para volver al Museo del Prado. El placer para los sentidos que causa pasear de nuevo por sus salas, sentir la emoción por tantas obras maestras, el reencuentro con cuadros y esculturas conocidas, encontrar novedades sorprendentes...
Sin embargo, muchas son las razones que nos obligan a visitar de nuevo la mejor pinacoteca de España y, desde el día 2 de marzo, se añade una nueva, la exposición Pasiones mitológicas. La mitología clásica ha sido una de las fuentes inagotables de inspiración para los pintores, desde la Antigüedad hasta la misma actualidad. Aunque parezca algo del pasado, la mitología sigue estando detrás de algunas de las mejores expresiones del arte contemporáneo.
La exposición Pasiones mitológicas: Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Van Dyck, Velázquez, que permanecerá en la sala C del edificio Jerónimos hasta el 4 de julio, con el patrocinio de la Fundación BBVA, constituye una ocasión irrepetible para contemplar una de las mejores selecciones de la pintura mitológica que se hizo en Europa en los siglos XVI y XVII.
Está organizada por el Museo Nacional del Prado, la National Gallery y el Isabella Stewart Gardner Museum, y comisariada por Miguel Falomir, director del Museo del Prado, y Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado. La exposición plantea un recorrido por el amor mitológico de la mano de las grandes figuras de la pintura europea a través de un total de 29 obras.
Entre los préstamos más relevantes de la exposición se encuentran una Venus y Cupido pintada a partir de un dibujo de Miguel Ángel, Andrómeda y Perseo de Veronese o Paisaje durante una tormenta con Píramo y Tisbe de Poussin y, en especial, cinco de las seis (la sexta pertenece al Prado) llamadas "Poesías" que Tiziano pintó para Felipe II. A esas pinturas se unen obras clásicas de la propia colección del Prado, como Las Hilanderas de Velázquez o Las tres Gracias de Rubens, que este proyecto ayuda a contextualizar.
En la mitología grecorromana, el amor, el deseo y la belleza están íntimamente relacionados entre sí y dominan las vidas de los humanos. Los mitos que se refieren a estos asuntos fueron muy estimados por los artistas del Renacimiento y el Barroco, que buscaron representarlos con sentimiento intenso. Los coleccionistas de élite que encargaron pinturas sobre estos temas, disfrutaban de su contenido erótico y se recreaban en su propia cultura clásica.
Tiziano fue uno de pintores que más impacto tuvo en la reelaboración de la tradición grecorromana en el Renacimiento, y por ello es el principal protagonista de esta muestra. Los conjuntos de escenas mitológicas que realizó para el duque de Ferrara, entre 1516 y 1524, y para Felipe II, entre 1553 y 1562 (el artista se refirió a ellos como “poesías”), se encuentran entre las más célebres e influyentes de su tiempo.
Los seis cuadros que Tiziano pintó para Felipe II no se han vuelto a ver juntos en España desde finales del siglo XVI. La pintura de Tiziano influyó en Veronese, Rubens, Poussin, Velázquez, Van Dyck y otros artistas, para quienes volver a temas tratados por su antecesor era una forma de señalar su contribución a una genealogía pictórica en la que se reconocían. La imaginación de todos ellos ha dado lugar a un paisaje mitológico de enorme variedad y belleza.
“Con esta exposición buscamos el acercamiento a formas de sentir y pensar aprendidas de los escritores de la Antigüedad que definieron la cultura europea de los siglos XVI y XVII. La idea de que la belleza, el deseo, el amor y el sexo están íntimamente conectados entre sí y de que estamos a su merced, como lo estamos a la de la naturaleza, forma parte de esa cultura” afirma Alejandro Vergara, comisario de la exposición.
La exposición propone un recorrido irrepetible por el amor mitológico de la mano de las grandes figuras de la pintura europea. En la mitología griega y romana el amor, el deseo y la belleza están íntimamente relacionados y dominan las vidas de los dioses y los humanos. Los textos que se refieren a estos asuntos –la Ilíada y la Odisea, de Homero; las Metamorfosis, de Ovidio; la Eneida, de Virgilio, entre otros– fueron muy estimados por los artistas del Renacimiento y el Barroco, que buscaron representarlos con sentimiento intenso. Las obras presentes en esta exposición representan el culmen de una forma de entender la pintura, y por ello han sido objeto de veneración durante siglos.
“La organización de esta exposición plantea un doble mérito, por un lado, la reunión de uno de los conjuntos artísticos más bellos, complejos e influyentes de la pintura europea, y por otro, el esfuerzo de los trabajadores por lograrlo en plena pandemia” ha señalado Miguel Falomir, director del Museo Prado, recordando el compromiso colectivo en el que es fundamental el apoyo y la confianza de patrocinadores tan generosos como la Fundación BBVA.
“En un momento tan excepcional como el que ahora vivimos”, en palabras del presidente de la Fundación BBVA, Carlos Torres Vila, “la exposición Pasiones mitológicas supone una oportunidad única para reencontrarnos con el Museo del Prado y admirar el conjunto de “poesías” que Tiziano realizó para Felipe II. Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todas las instituciones que han hecho posible el reencuentro de este conjunto excepcional de pinturas y, en especial al Museo del Prado y a los comisarios de esta exposición, por la concepción y materialización de esta muestra. Para la Fundación BBVA es un honor haber podido colaborar en hacer posible esta muestra irrepetible”.
La exposición reúne 29 obras, 16 del Museo del Prado y 13 procedentes de otras instituciones. Especialmente destacable es el hecho de que, por primera vez desde el siglo XVI, se podrán ver en España las pinturas mitológicas que Tiziano pintó para el rey Felipe II entre 1553 y 1562, las famosas «poesías».
Esta es la primera ocasión en la que estas obras se pueden ver juntas gracias a la colaboración excepcional entre el Museo Nacional del Prado, que conserva Venus y Adonis (1554), la National Gallery de Londres y las National Galleries of Scotland, que conservan, de forma compartida, Diana y Acteón y Diana y Calisto (1556-59), y el Isabella Stewart Gardner Museum, que conserva El rapto de Europa (1559-62). A estas cuatro obras se unirán la Dánae de la Wellington Collection, que fue identificada recientemente como la primera de la serie, y el Perseo y Andrómeda de la Wallace Collection, completando así la serie que el propio Tiziano denominó “Poesías” y que se encuentran entre las más importantes de su producción, no solo por su calidad artística, sino también por el modo en que el artista abordó en ellas el relato pictórico de historias literarias.
El proyecto va acompañado de un catálogo a cargo de los comisarios, que incluye aportaciones de importantes estudiosos de la materia. Esta publicación incorpora además los resultados del estudio técnico de las “poesías”, llevado a cabo conjuntamente por las instituciones colaboradoras.
Ámbito 1. Venus y el desnudo femenino tumbado
Aunque la irrupción de la mitología en la pintura del Renacimiento fue consecuencia del creciente interés por el arte y la literatura de la Antigüedad, presentó desde sus inicios características propias. Una de las novedades que introdujo fue el desnudo femenino tumbado, inexistente como género autónomo en el arte clásico. En Venecia, hacia 1500, Giorgione y Tiziano alumbraron esta nueva tipología pictórica, a la que darían continuidad Miguel Ángel, Velázquez, Goya, Manet o Picasso.
Estas figuras femeninas, que por su desnudez se asocian con Venus o ninfas, aparecen en inicio en paisajes bucólicos, enfatizando una armonía entre arte y naturaleza presente en textos coetáneos como la Hypnerotomachia Poliphili, para adentrarse más tarde en interiores domésticos. Su carga erótica era no obstante evidente, como delata su reiterada ubicación en dormitorios y espacios reservados.
Ámbito 2. Tiziano y Rubens
Tiziano fue un referente fundamental para Rubens, especialmente tras la visita del pintor flamenco a Madrid en 1628-29. Aquí estudió la extensa colección de cuadros del veneciano que pertenecían a la Colección Real (de la que es heredera la que actualmente pertenece al Prado). Junto con la literatura antigua, las pinturas de Tiziano constituyeron el principal modelo para la pintura mitológica de Rubens. En ellas se inspira la imagen de una naturaleza fecunda que vemos en sus cuadros, poblados por ninfas, sátiros y demás criaturas míticas que danzan en actitudes sensuales. Ambos pintores comparten una idea de la mitología centrada en el amor y el deseo entendidos como fuerzas generadoras de vida, y comparten también la naturalidad con la que interpretan los mitos, haciendo que los sintamos próximos.
Ámbito 3. 'Poesías'
Llamamos 'poesías' a las seis mitologías que Tiziano pintó para Felipe II entre 1553 y 1562: Dánae, Venus y Adonis, Perseo y Andrómeda, Diana y Acteón, Diana y Calisto y El rapto de Europa. Al denominarlas así, Tiziano se asimilaba a los poetas y proclamaba su libertad para interpretar las fuentes escritas, principalmente las Metamorfosis de Ovidio, pero también para suplirlas con la imaginación cuando lo exigía la lógica dramática.
Las “poesías” fueron concebidas para deleite de los sentidos, pero también como escaparates del talento de su autor e instrumentos para visualizar complejas ideas estéticas, como la capacidad de la pintura para transmitir emociones, su superioridad sobre la escultura o la del colorito frente al disegno. Las “poesías” figuran entre las pinturas más influyentes de la historia, como prueban las obras de artistas italianos, flamencos o españoles aquí reunidas.
Ámbito 4. Amores mitológicos en el siglo XVII
En el siglo XVII diferentes artistas interpretaron con voz propia los mitos clásicos, poniendo en práctica una de las características de esa tradición desde su origen en la antigua Grecia: su adaptabilidad y constante renovación. Mientras que Rubens se mantuvo cercano al espíritu antiguo y a su interpretación por parte de Tiziano, Velázquez y Ribera trasladaron los mitos a un lenguaje realista, Poussin los cargó de emotividad y Van Dyck los representó con su característica elegancia y sentido del espectáculo.
Todos ellos compartían el objetivo de enfrentar a los espectadores con imágenes apasionadas relacionadas con el amor y el deseo, sentimientos que pueden suscitar una desordenada combinación de gozo y dolor.
Una interesante opción para los apasionados de la cultura clásica la opción de las 'Visitas en latín'. A partir del mes de abril, esta iniciativa propone aunar cultura artística y la lengua fundacional de la cultura europea, que sirvió de vehículo de comunicación durante siglos.
De especial importancia para el visitante es el Régimen de Acceso. La exposición estará aforada y el acceso se hará mediante pase horario cada quince minutos. Para garantizar el mantenimiento de un nivel de aforo regular durante todo su horario de apertura, es imprescindible la selección de Pase Horario para visitar la exposición Pasiones mitológicas en el momento de la adquisición de la entrada. La compra de entradas se realizará en internet y taquilla. El precio de la entrada general es de 15 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones establecidas) y permite también la visita a la colección permanente y las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura.
De lunes a sábado, de 18.00 a 20.00 horas, y domingos y festivos, de 15.00 a 17.00 horas, todos los visitantes que quieran acceder a la exposición podrán beneficiarse de una reducción del 50% en el precio de la entrada individual que les corresponda. La adquisición de esta modalidad de entrada se hará únicamente en taquilla.
El horario de visita a la exposición será de lunes a sábado, de 10.00 a 20.00h, y domingos o festivos, de 10.00 a 17.00h (último acceso, 60 minutos antes del cierre).