Según ha informado la Casa de S.M. el Rey en un comunicado, la visita de los Reyes comenzó en la Sala Francisco Bayeu con la presentación de los cuatro paneles Historia de la Real Fábrica de Tapices, Alfombras y Restauración. A continuación, se dirigieron a la galería para observar la Acuarela de Florit de la antigua Real Fábrica de Tapices y el tapiz Hechos de los Apóstoles, del Rey Felipe III.
Además, han recorrido el Primer y el Segundo Obrador, donde han observado las labores de fabricación y de restauración de tapices y de alfombras, como el encargo del Palacio Real de Dresde, que fue bombardeado en la Segunda Guerra Mundial y está siendo reconstruido con la colaboración de la Real Fábrica de Tapices, que ha ganado el concurso internacional convocado por el Land de Sajonia para la fabricación de tapices.
En la Sala Teniers, los Reyes han descubierto una placa conmemorativa de su visita y han recibido un Tapiz la Cepa (pequeño tapiz realizado por los alumnos de la escuela taller en 2014). Seguidamente, en el jardín de la Fábrica, han visitado una colección de plantas tintóreas.
Los Reyes finalizaron su recorrido en la nave de restauración textil, donde se encuentra la piscina de inmersión de lavado de tapices y la sala de tintes, y donde contemplaron las restauraciones, entre otras, de uniformes históricos de niños alabarderos de la Guardia Real y de un escudo de España de Presidencia del Gobierno.
Durante la visita a la Real Fábrica de Tapices, los Reyes hanestado acompañados por el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y por el consejero de Educación y Juventud y consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid y presidente del Patronato de la Real Fábrica de Tapices, Enrique Ossorio, quien ha destacado la importancia de la Real Fábrica como institución centenaria de la Comunidad de Madrid, desde su fundación en la capital en 1721.
Fundada por Felipe V, la manufactura pronto se convertiría en un referente europeo para la fabricación de tejidos de lujo, gracias a la colaboración entre tejedores y pintores de la talla de Mengs, Bayeu o Goya.
Desde su establecimiento para atender, entonces, las necesidades de fabricación y restauración de tapices de la Corona, la Real Fábrica de Tapices fue ampliando su actividad a la elaboración de alfombras, y ya en el siglo XIX a reposteros nobiliarios, institucionales, y en el sigo XX, a la restauración, conservación y limpieza de alfombras.
En 1996, ante la difícil situación que atravesaba en manos particulares, se decidió por parte de las Administraciones Públicas hacerse cargo de ella, estableciéndose como Fundación, cuyo Patronato lo forman: Patrimonio Nacional, Patrimonio del Estado, Ministerio de Cultura, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid y una serie de patronos a título individual.
Sus instalaciones, situadas en Atocha, fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2006. Actualmente, la Real Fábrica de Tapices se dedica a sus actividades tradicionales, como la fabricación de tapices (con pedidos del Gobierno de Sajonia, Banco de España o particulares), fabricación y restauración de alfombras y reposteros para universidades, fundaciones, colegios profesionales.
Cuenta, desde hace dos años, con una unidad de restauración textil, integrada con por titulados universitarios con master y/o doctorado en restauración textil, que aborda trabajos de cualquier naturaleza, desde mantones de Manila, uniformes, banderas, guiones procesionales, ornamentos litúrgicos, reposteros, tapices, entre otros.
Su profesionalidad ha sido reconocida, por ejemplo, por la Fundación Rey Balduino de Bélgica, en 2019, como mejor empresa de conservación de Patrimonio, y clientes como Gobierno del Reino Unido para la restauración de sus tapices en la embajada de Francia en Paris, embajadas de Brasil y Alemania en Madrid le han encargado la intervención en sus tapices. Decenas de clientes, como catedrales, fundaciones, administraciones públicas continúan acrecentando la confianza en los trabajos artesanales, sostenibles y con un enfoque de calidad, sostenibilidad y reciclaje, que se ha plasmado, hace unas semanas, en la obtención de la Norma de Calidad ISO 9001.
El futuro de la Real Fábrica de Tapices pasa por su internacionalización, captando clientes de nuevos mercados, especialmente en Oriente Medio, Colombia y México.