España ha suspendido temporalmente la administración de la vacuna de AstraZeneca, uniéndose así a más de una decena de países europeos. Una medida preventiva que se desencadenó tras la muerte por trombosis de una mujer en Austria; afección que no se encuentra en la lista de efectos secundarios del medicamento de Oxford. Sin embargo, la alerta sigue presente, porque las muertes detectadas responden a una trombosis muy concreta y poco frecuente, la de senos venosos.
Precisamente, España registró este fin de semana un caso de trombosis de senos venosos a un paciente que había recibido la vacuna de AstraZeneca. Este hecho, y después de conocerse que también se han detectado casos similares en Noruega y Alemania, en total 11 casos, fue lo que provocó que España decidiese suspender la administración de medicamento. Además, el Ministerio de Sanidad ha registrado esta semana dos nuevos casos (uno terminado en muerte) de trombosis (una cerebral y otra abdominal) en personas que se habían vacunado con anterioridad con AstraZeneca.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) se ha pronunciado sobre esta alerta sanitaria surgida en los países comunitarios y ha descartado que la vacuna tenga algo que ver con los casos de trombosis que se han producido en varios países de la Unión Europea. "Los beneficios superan a los riesgos", sentenció. Por su parte, la compañía AstraZeneca señaló, a comienzos de semana, que su vacuna contra la Covid-19 es segura y afirmó que "no existe ninguna evidencia de un aumento del riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia en ningún grupo de edad definido, sexo, lote o en ningún país concreto".
Hasta ahora esta vacuna se ha administrado a casi un millón de personas en España (939.534): trabajadores esenciales de menos de 55 años -como docentes, bomberos, policías y algunos sanitarios no de primera línea, entre otros-, a los que siguió la población general de entre 45 y 55 años, hasta la suspensión temporal.
Una trombosis es la formación de un coagulo (un tapón de sangre) en el sistema de vasos sanguíneos, que impide o dificulta la circulación de la sangre. Así, la trombosis de senos venosos es la presencia de un coágulo en el sistema venoso del cerebro.
La Sociedad Española de Neurología explica que esta enfermedad cerebrovascular es poco frecuente (representa menos de un 0,5% de los casos totales de las enfermedades cerebrovasculares que se producen en España). Se considera que su incidencia es en torno a 1 - 1,3 casos/100. 000 habitantes al año.
Además señalan que puede afectar a cualquier grupo de edad, aunque es ligeramente más frecuente en mujeres y pacientes jóvenes. Dentro de los factores de riesgo específicos por sexo están los anticonceptivos orales, el embarazo y el uso de las terapias hormonales.
A pesar de que no está demostrada la relación entre la vacuna de AstraZeneca y la trombosis y la suspensión de su administración es preventiva, el Ministerio de Sanidad ha trasladado a los colectivos médicos un documento en el que detalla los "síntomas de alarma" que pueden hacer sospechar de un caso de trombosis de senos venosos cerebrales en relación con la vacunación de AstraZeneca. Además, el Ministerio detalla que deben vigilarse en personas a quienes la vacuna de AstraZeneca se administró en los 14 días previos.
1. Cefaléa (el más importante), que se debe a un síndrome de hipertensión intracraneal. Por ello, empeora con el decúbito y es máxima por la mañana, al despertar.
2. Visión borrosa
3. Pérdida de fuerza
4. Pérdida de sensibilidad
5. Alteración del lenguaje
6. Alteración de la marcha
7. Otros síntomas: vómitos de repetición, alteración del comportamiento, síntomas visuales persistentes o rigidez cervical.
El documento distribuido por el Ministerio insta, además, a relacionar los síntomas con antecedentes personales del paciente como:
1. Enfermedades protrombóticas
2. Terapia hormonal sustitutiva
3. Antecedentes de cáncer
4. Traumatismo o cirugía reciente
5. Infección activa reincidente, entre otros.
El documento elaborado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) explica que las reacciones adversas notificadas de manera más frecuente fueron: sensibilidad en el lugar de la inyección (63,7%), dolor en el lugar de la inyección (54,2%), cefalea (52,6%), fatiga (53,1%), mialgia (44,0%), malestar (44,2%), pirexia (incluye sensación de fiebre (33,6%) y fiebre de más de 38°C (7,9%)),escalofríos (31,9%), artralgia (26,4%), y náuseas (21,9%).
Además, indica que la mayoría de las reacciones adversas fueron de intensidad leve a moderada y, generalmente, se resolvieron a los pocos días de la vacunación. Y, en comparación con la primera dosis, las reacciones adversas notificadas después de la segunda dosis fueron más leves y se notificaron con menos frecuencia. También recoge que los efectos secundarios se producen, mayoritariamente, entre los menores de 65 años.
Otros efectos secundarios que contempla este documento, en el apartado de poco frecuentes, son inflamación de los ganglios linfáticos, hiperhidrosis, prurito, exantema, vómitos y diarrea.