Desde hace casi un mes, el candidato ya se ha encontrado inmerso en una precampaña en la que ha recorrido diferentes municipios de la Comunidad de Madrid como Móstoles, Getafe, Parla, Rivas, Fuenlabrada, Alcorcón y Coslada, así como los distritos de Chamberí, Arganzuela, Latina y Vallecas. Además, cada fin de semana ha dado sus mítines en la sede del partido, en Ferraz, donde ha estado acompañado en tres ocasiones por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por diferentes ministros.
En todos estos encuentros, Gabilondo se ha centrado en un mensaje principal: que Madrid "no esté gobernada por la ultraderecha" y que los madrileños acudan a votar "masivamente" el próximo 4 de mayo por un "gobierno de progreso" frente a las políticas "fallidas" del actual Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Así, ha buscado un equipo con "capacidad de gobernar". A su lista, además de diputados de la Asamblea de Madrid, se han sumado figuras procedentes del Ejecutivo central como su 'número 2' y exsecretaria de estado de Migraciones, Hanna Jalloul, y la expresidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano. Además, ha adelantado que de lograr conformar gobierno contaría con la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, como su vicepresidenta económica, que se centrará en la recuperación económica, uno de los ejes de su programa.
De hecho, el candidato socialista ha sido de los primeros en dar a conocer su programa de Gobierno al completo, con 350 medidas centradas en "la pandemia, la reconstrucción social y la recuperación económica". Entre ellas, destacan 1.300 millones para el tejido empresarial, la construcción de 15.000 nuevas viviendas públicas para alquiler social, una ley por la que ningún ayuntamiento de la Comunidad de Madrid podrá vender viviendas públicas a fondos de inversión y el primer gobierno paritario en Madrid.
También, quiere activar los centros de salud para la vacunación, incluso los fines de semana; el abono transportes joven hasta los 31 años para estudiantes y desempleados; un billete anticontaminación y 25.000 nuevas plazas públicas en el sistema educativo madrileño.
Pero, sin duda, hay algo con lo que se ha comprometido Gabilondo que ha generado cierto escepticismo entre el electorado de derechas: que no subirá, ni bajará impuestos. "Me comprometo solemnemente a no tocar la fiscalidad en los dos años de gobierno. No tendrá que pagar nadie ni un euro más", aseveró el líder socialista pese a que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiera que las subidas del Impuesto sobre Sociedades, Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, estos últimos tributos cedidos a las comunidades, puedan entrar en vigor el próximo ejercicio, en 2022.
A este respecto, ya el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, le ha sugerido a Gabilondo que una de las líneas rojas que pondrán desde su formación para pactar es "subir impuestos", algo que al socialista le sorprende y le parece que se está hablando "demasiado pronto", porque primero tendrá que verse "cuál es la decisión de los ciudadanos en las urnas".
De hecho, desde el inicio de la precampaña el líder socialista ha indicado que está dispuesto a pactar "con las dos manos", pero que no quiere a los extremos, donde también incluye a Pablo Iglesias, con quien dice no estar de acuerdo en su modo de plantear las elecciones, "en términos de confrontación".
Para Gabilondo, esto no se trata de "fascismo o comunismo", sino de resolver los problemas de los ciudadanos con un gobierno de "progreso y de transformación, conciliador, joven, verde, feminista y digital". Así, opta por la opción que considera "más centrada", que es gobernar "con Más Madrid y con Cs".
Pese a ello, el candidato 'naranja', Edmundo Bal, ya ha mostrado su negativa a pactar con Gabilondo por "ir en pack" con Podemos y Más Madrid, ante lo que el socialista critica que los 'naranjas' "vuelvan a las andadas", cuando ya han visto que el Gobierno conformado con el PP dio resultados "fallidos" y "unas elecciones innecesarias".
Aunque Gabilondo no ha querido entrar estos días al cruce de "insultos" públicamente con el resto de candidatos, como, a su parecer, ha hecho la presidenta y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, sí se ha encargado de interponer diferentes denuncias al PP ante la Junta Electoral Provincial de Madrid.
La que más revuelo ha causado es la denuncia del PSOE contra la inclusión en las listas 'populares' de Toni Cantó y Agustín Conde, por estar empadronados fuera de tiempo. Finalmente, después de semanas y de acudir a la Justicia, el Tribunal Constitucional acordó mantener a ambos fuera de la lista de Ayuso al no cumplir con los requisitos de empadronamiento previo al cierre censal, fijado el 1 de enero de 2021.
Esta será la segunda vez que Gabilondo y Ayuso se enfrenten en las urnas. En las anteriores elecciones, en 2019, el socialista ganó a la 'popular', pero no consiguió llegar a la Puerta del Sol. Dos años más tarde vuelve a presentarse tras haber sido designado por el partido sin pasar por primarias "por la emergencia" de las elecciones anticipadas. Fue el propio Sánchez quien le llamó para conocer su disposición a volver a liderar una candidatura.
Así, Gabilondo se presenta a estos comicios como un candidato "soso, serio y formal", al que le sobra "espectáculo" y "ruido". Además, reconoce que no es un "político de marketing", que "el descaro, el insulto, el odio y la tensión" no le representan y que quiere ser el presidente de la Comunidad de Madrid para "gobernar en serio".