"En su combate peleaba contra toda América, contra el racismo", explicaba durante la rueda de prensa de la obra el actor Armando Buika, quien interpreta al boxeador Jack Johnson.
La historia de Johnson es apasionante, no sólo por las circunstancias históricas que lo rodean, sino porque se trataba de un hombre sumamente contradictorio: sonreía mientras combatía, hacía juegos de palabras, amaba a su madre por sobre todas las cosas… Pero, también apostaba el dinero que ganaba, caía en la ruina y volvía a levantarse. Hablamos de un boxeador negro que, contra todo pronóstico, gana el campeonato del mundo de pesos pesados contra un blanco. Johnson derrota a un Jim Jeffries, apodado 'La Gran Esperanza Blanca', llamado a devolver el título a los blancos. La esperanza se diluye, gana el negro que tantos blancos deseaban ver vencido. Una oleada feroz de revueltas y linchamientos raciales se desata en Estados Unidos, el aparato estatal se pone en marcha para derrotarlo… Y lo conseguirá unos años más tarde.
La obra, que se estrenaba el pasado 28 de abril, en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán, es una coproducción del Centro Dramático Nacional, Sala Beckett, Grec 2020 Festival de Barcelona y Teatre Principal de Palma de Mallorca.
El combate del siglo realiza un retrato del mundo social y cultural de la época, al tiempo que narra las vivencias del boxeador afroamericano y hace una reflexión, no sólo sobre el racismo y la pertenencia a un grupo, sino también en torno a los miedos humanos más profundos, como el miedo a la muerte, a no trascender o a no ser querido ni reconocido.
Para el intérprete Armando Buika, es "importante y necesario" contar la historia de Jack Johnson por ser, a su juicio, "un referente" que peleó contra "toda América" ya que su oponente "representaba a los Estados Unidos, la invisibilidad, el racismo y la negación".
En Estados Unidos, según ha explicado el actor, "se inventaron" una ley para "arrebatarle" el título de campeón a Johnson. "Antes que esclavos hemos sido reyes, reinas y príncipes y este hombre quizás recuerda a esos grandes reyes africanos. Él utilizó el estilo de boxeo de pelear huyendo y él, en su vida, huía de algo y cayó en las mujeres y en la diversión", apostillaba.
La autora y directora Denise Duncan señalaba que la obra, por el momento histórico en la que tiene lugar, habla de racismo, ya que el boxeador llegó a España, donde tenía "la libertad más absoluta", de un Estados Unidos "absolutamente segregado. Para un hombre negro eso era un cambio de chip. Se encontró en una ciudad que estaba en las antípodas del pensamiento estadounidense", precisaba.
También el tema del género "está muy presente", afirmaba Duncan, ya que la obra habla sobre las mujeres que fueron "el centro" de la vida del boxeador afroamericano, como su mujer o su madre.
No obstante, destacaba que Johnson es un personaje "bastante desconocido" y "muy complicado" de defender. "Hay una serie de cosas indefendibles, Era un tipo con un punto de agresividad, machista, con taras emocionales muy profundas. Pero, me parecía apasionante. Queríamos defenderlo, pero sin juzgarlo por la complejidad de la época histórica", relataba.
En referencia a Black Lives Matter, afirmaba que es un movimiento que, "para lo bueno y para lo malo, tiene repercusión a nivel mundial. Es un gran movimiento de revisión de la historia y de la parte de la historia que no ha sido contada", concluía.