A pie de Calle

La tormenta perfecta

El empresario madrileño Luis Pacheco reflexiona sobre la subida del precio de la electricidad y sus consecuencias. (Foto: ©Miguel Garrote).

Luis Pacheco Torres, comerciante madrileño

Jueves 29 de julio de 2021
"La factura de la luz está alcanzando máximos históricos (...) creando un verdadero dolor de cabeza a familias y hogares que ven dañada su economía...". Así comienza esta tribuna de opinión, en la que Luis Pacheco reflexiona sobre la subida del precio de la electricidad y sus consecuencias.

La factura de la luz está alcanzando máximos históricos, el kilovatio hora sube y supera semana a semana los datos anteriores, creando un verdadero dolor de cabeza a familias y hogares, que ven dañada su economía y alterada su disponibilidad para afrontar otros gastos.

El proceso de formación del precio resulta engorroso y no es fácil entender porqué se aplica el parámetro mayor de coste, normalmente el precio del gas, para aplicar la tarifa de consumo. De nada vale la aportación de energías eólicas o renovables.

Es usual escuchar las quejas de muchas familias y usuarios sobre esta escalada descontrolada sobre el precio de un bién absolutamente necesario y que es imprescindible para la vida cotidiana de la población, viva donde viva: el precio no hace distinciones entre ricos o pobres.

A este problema se han unido las subldas de los carburantes, gasolina y gasoil y, ahora, también el butano, la humilde bombona bate record de precio también.

La inacción del gobierno de Sánchez está siendo muy lesiva para las economías familiares, argumentan desde los ministerios que el precio se fija solo y que no intervienen. Sin embargo, es conocido que más del 50% de lo recaudado, son impuestos.

Pero, el problema resulta especialmente grave en sectores productivos de primer nivel, pymes, autónomos, pequeños comercios y empresas, que puede dar al traste con su reactivación y su intento de volver a la normalidad.

Esos autónomos sufren doblemente la subida de la luz: en su hogar en primer lugar y en su empresa en mayor medida en muchos casos. Basta con pensar en las tiendas de alimentación, que en la gran mayoría disponen de cámaras y murales expositores que precisan electricidad y que en muchas de esas tiendas permanecen abiertas 12 horas cara al cliente y no les es posible acogerse a horas valle o nocturnas.

Con las ayudas directas inexistentes, con los fondos europeos titubeantes y esquivos, con la pandemia en una quinta ola que impide que el turismo regrese con normalidad, el comercio, las pymes, los autónomos no resisten más, no les queda oxígeno en la bombona, sólo les faltaba que un gasto fijo se incremente inesperadamante un 40%.

Es la 'tormenta perfecta' para producir una debacle sin precedentes en muchas de esas empresas y que hará mucho daño a nuestra economía.

Mientras, las medidas del gobierno sanchista no aparecen, se echan en falta, se ausentan y lo que es peor: no sólo no están, es que tampoco se las espera.

La inacción de los diferentes ministerios resulta desesperante y pasará una cara factura a nuestra sociedad.

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