Representantes de todas las administraciones y empresas públicas, la Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, Adif, Consorcio Regional de Transportes, EMT y Canal de Isabel II, que ya están trabajando para la ejecución de las grandes infraestructuras de Madrid Nuevo Norte, han puesto en valor esta actuación urbanística como la gran oportunidad para implantar medidas de sostenibilidad pioneras a gran escala y desde cero.
La jornada 'Las grandes infraestructuras de Madrid Nuevo Norte, claves para un modelo de ciudad sostenible', organizada por la demarcación de Madrid del Colegio de Ingenieros de Caminos junto con DCN, ha sido un reflejo de la colaboración público-privada que caracteriza a este proyecto de regeneración urbana, cuyo planeamiento urbanístico está aprobado y ya se encuentra en fase de gestión. El encuentro, que ha sido moderado por Jorge Serrano, director técnico de DCN.
A lo largo de la jornada se han desgranado los retos para la movilidad y la sostenibilidad medioambiental a los que se enfrentan la ciudad y la región de Madrid, poniendo en valor la gran oportunidad que supone la actuación Madrid Nuevo Norte para implementar a gran escala las soluciones más avanzadas en materia sostenibilidad urbana.
La primera de las mesas redondas ha versado sobre las infraestructuras de movilidad de Madrid Nuevo Norte. En ella han participado Miguel Núñez, director General de Infraestructuras de Transporte Colectivo de la Comunidad de Madrid; Federico Jiménez de Parga, coordinador General de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid; Pablo Martínez Mendizábal, subdirector de Proyectos de Estaciones de Alta Velocidad de Adif AV; Luis Miguel Martínez Palencia, director Gerente del Consorcio Regional de Transportes de Madrid y Gonzalo Fernández, director de Infraestructuras de EMT Madrid.
En la mesa se han abordado retos, tanto sociales y económicos como medioambientales, a los que se enfrenta la movilidad en las próximas décadas, y todos los ponentes han coincidido en señalar Madrid Nuevo Norte como una oportunidad única para la ciudad de Madrid, por su capacidad para incidir de una manera global en la movilidad de la capital y de la región.
Las razones aportadas han sido la escala de la actuación, su ubicación en el principal eje norte-sur de la ciudad y el hecho de que se plantee en torno a la estación de Chamartín, un complejo ferroviario en pleno proceso de renovación y que se convertirá en el principal 'hub' de transporte público de la región, gracias al gran intercambiador intermodal que se construirá junto a ella y de donde partirá una extensa red de transporte público hiperconectada.
En el debate se ha incidido también en la oportunidad que representa que en Madrid Nuevo Norte se puedan diseñar las infraestructuras de movilidad desde cero, de forma coordinada y dimensionadas en previsión de necesidades futuras.
La segunda mesa del encuentro ha abordado los retos globales que se plantean en términos de sostenibilidad más allá de la movilidad, y que abarcan muchos otros ámbitos de capital importancia. En ella han participado José Antonio Martínez Páramo, coordinador General de Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid; Silvia Villacañas, directora general de Planificación Estratégica del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid; José Luis Infanzón, director General de Espacio Público, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid y María Belén Benito, directora de Operaciones del Canal de Isabel II.
El debate se ha centrado en los aspectos que entran de lleno en el campo de acción de la ciudad y sus infraestructuras 'verdes', es decir, las que inciden la calidad del aire y la mitigación del efecto invernadero, así como de las infraestructuras denominadas 'azules', las relacionadas con la gestión de recursos hídricos, su abastecimiento, drenaje y saneamiento.
En esta mesa se ha evidenciado la oportunidad que supone Madrid Nuevo Norte en términos de este tipo de infraestructuras, dado que los terrenos donde se desarrollará el proyecto son la puerta de acceso de la ciudad a los ecosistemas de la Cuenca Alta del Manzanares, además de la llegada natural del agua que beben los madrileños, ya que el 80% del agua que se consume en la capital discurre por el ámbito de la actuación.