En la imagen, Luis Pacheco, comerciante de alimentación de Madrid y autor de este artículo.
(Foto: © Miguel Garrote).
"Son ellos la España que madruga, la que tiene flexibilidad y está a las duras y a las maduras, pero suelen ser los más ignorados", asegura Luis Pacheco, comerciante madrileño, en esta tribuna de opinión, en la que reflexiona sobre la situación actual de las pymes.
Estamos viviendo una situación en nuestra sociedad muy especial. A nadie escapa que
lo vivido desde marzo de 2020, nos ha obligado a cambiar muchas cosas en nuestras vidas.La sociedad aún acusa la dureza del golpe, cual boxeador 'grogui', pero
es momento de recuperar el pulso, la conciencia, y tratar
de ordenar todo lo que la pandemia desordenó y todo lo que destruyó.
Ahí es donde
resultan imprescindibles las pymes, los autónomos, los comercios familiares y empresarios pequeños, que son los más numerosos, los irreductibles,
los que tienen mayor 'cintura' para adaptarse a todas las situaciones, por duras que estas sean.Son ellos
la España que madruga, que tiene flexibilidad y está
a las duras y a las maduras, pero suelen ser
los más ignorados.Porque, para que ellos funcionen
hace falta un gobierno que facilite su labor, que desbroce el camino,
que aporte estabilidad y seguridad jurídica, para el que el diálogo social no sea sólo escuchar una parte y dañar la otra.
Pues bién,
estamos viviendo unas decisiones por parte del gobierno que nos conducen en la dirección equivocada, por el camino contrario... Se abrasa a impuestos a esas pequeñas empresas, se incrementan los costes de forma inmisericorde, con un
agravio comparativo hacia los autónomos, que lo pagan doble:
- El incremento del coste de la luz lo pagan doblemente, en sus hogares y en sus comercios o negocios.
- El incremento de los combustibles lo paga doblemente en el uso particular de su coche y en sus vehículos de transporte.
- Paga doblemente el disparado incremento de los costes de transportes y embalajes.
- Se le incrementan las tasas y cuotas de autónomos y se sube unilateralmente el SMI .
En definitiva,
el gobierno está ignorando a trabajadores autónomos, a pymes y comercios pequeños, cuando son más necesarios que nunca.
El gobierno de Sánchez ha elegido un camino muy peligroso de gasto desmesurado, basado en subsidios como lis 400 € al cumplir 18 años, por concesiones a socios de los que depende la aprobación de los presupuestos, son conocidas sus prebendas a independentistas o al cupo vasco en los repartos de los Fondos Comunitarios, en los que se agravia flagrantemente a la Cominidad de Madrid, por el simple hecho de que
Isabel Díaz Ayuso le diga las verdades a la cara.
Mientras,
el comercio se arruina y se le somete a una tensión que no hay cuenta de resultados ni balance que lo resista.El empobrecimiento generalizado es latente, crecen la gente dependiente y colas del hambre, los datos son alarmantes, y la solución pasa por cambiar diametralmente el rumbo, abandonando proclamas populistas, dejando de amenazar con derogar la Reforma Laboral y cuidando lo realmente importante, aquellos que crean empleo y pagan impuestos.