Según ha explicado Distrito Castellana Norte (DCN), se trata de otro "importante hito" en la etapa de gestión urbanística de Madrid Nuevo Norte, ya que permitirá empezar a trabajar en la elaboración de las bases y estatutos de la futura Junta de Compensación, entidad urbanística que se encargará de redactar el proyecto de reparcelación y de gestionar y costear las obras de urbanización, así como en la redacción del proyecto de urbanización del APE 08.20, documento que va a definir la ejecución de las obras del ámbito y que deberá ser posteriormente aprobado por el Ayuntamiento.
Tanto el proyecto de urbanización como las bases y estatutos de la Junta de Compensación son documentos necesarios para que se pueda presentar la iniciativa de ejecución del planeamiento del ámbito, paso previo a la constitución de la Junta de Compensación, tal y como se recoge en el artículo 106 de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid.
La Comisión Gestora ha quedado constituida por 193 propietarios, que representan más del 55% de la propiedad del suelo, "reuniendo una amplia muestra de la heterogeneidad de la propiedad de este ámbito", con particulares, propietarios industriales o promotores inmobiliarios, quedando además abierta a nuevas incorporaciones.
Se trata de la segunda comisión gestora ya en marcha en el desarrollo, tras constituirse el pasado mes de junio la del APE 05.31 Centro de Negocios Chamartín, donde se construirá el "gran distrito de oficinas" de Madrid Nuevo Norte, con potencial para convertir a Madrid en el principal centro de negocios del sur de Europa y en uno de los destinos más atractivos para las empresas de todo el mundo.
El ámbito Malmea-San Roque-Tres Olivos, con una superficie de 1.029.647 m2, cuenta con una edificabilidad total de 965.321 m2, con oficinas (214.864 m2e), comercios (36.119 m2e) y viviendas (714.338 m2e), con más de un 20% de esta edificabilidad residencial destinada a vivienda protegida.
Esta actuación resuelve el borde urbano del casco histórico del barrio de Valverde y de los barrios de Begoña y Tres Olivos, todo ellos pertenecientes al distrito de Fuencarral-El Pardo, regenerará terrenos degradados en desuso y acabará con el aislamiento histórico de la zona, solucionando problemas de movilidad. Se han planificado dotaciones públicas que suplirán las carencias históricas de estos barrios, se ubicarán junto a las zonas consolidadas y se dimensionarán para cubrir las necesidades tanto de los futuros vecinos de Madrid Nuevo Norte como de los que ya residen en esto barrios.
En cuanto al diseño urbano, el ámbito de Malmea-San -Roque-Tres Olivos tendrá un carácter eminentemente residencial, con más de 7.000 viviendas y protagonismo del comercio en planta baja.
El nuevo desarrollo estará recorrido de norte a sur por el llamado 'eje verde' de Madrid Nuevo Norte, una red lineal de parques interconectados que desembocarán hacia el norte en las estribaciones del monte de El Pardo, lo que servirá para dar continuidad hacia el interior de la ciudad tanto al futuro Bosque Metropolitano de la ciudad de Madrid como al Arco Verde regional.
Se pondrá en valor el patrimonio histórico y cultural de los barrios y el recuerdo de su pasado agropecuario e industrial, y se integrarán dos ermitas históricas en la red de parques: la ermita de San Roque, construida en el siglo XVI, y la ermita de Nuestra Señora de Lourdes, del XIX, serán piezas centrales de sendos parques ubicados en el eje verde.
La calle de Antonio de Cabezón, limítrofe con la parte del haz de vías ferroviarias al norte de la M-30, se naturaliza con zonas verdes de carácter agropecuario, recordando el uso que históricamente tenía esta zona de Madrid.
El ámbito contará con dos potentes nodos de transporte público situados al norte y al sur, cada uno de ellos compuesto por una nueva estación de Metro, una estación de Cercanías (la existente en Fuencarral Norte y una nueva en Fuencarral sur) y varias paradas del nuevo sistema de autobús prioritario de alta capacidad, con plataforma reservada y prioridad semafórica. Ambos nodos de transporte se transformarán en verdaderas centralidades de barrio, ya que en torno a ellos se ha previsto mayor edificabilidad terciaria de oficinas y comercial, para crear entornos llenos de vida junto a las estaciones de transporte.
La movilidad ciclista se potenciará con una nueva red de carriles bici que recorrerán el ámbito y que conectarán con la red existente, el Anillo Verde Ciclista y el carril bici de Colmenar.
El ámbito de Malmea-San Roque-Tres Olivos contará con múltiples conexiones hacia el este: tres puentes, una pasarela peatonal y un túnel unirán Fuencarral y Las Tablas. Hacia el sur, estará unido con el Centro de Negocios por tres puentes sobre la M-30: dos nuevos en las calles de Agustín de Foxá y Antonio de Cabezón, y la reforma y ensanchamiento del puente ya existente en Mauricio Legendre.
En el capítulo de grandes infraestructuras que se van a ejecutar en el ámbito de Malmea-San Roque-Tres Olivos, cabe destacar la reubicación y renovación total de importantes conducciones del Canal de Isabel II, por las que circula el 80% del agua potable de la ciudad de Madrid. En total, se van a sustituir más de 12 kilómetros de tuberías, para potenciar la máxima eficiencia de los recursos hídricos y la gestión del consumo de agua.