La muestra supone, en palabras de la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, "un extraordinario broche de oro para una larga y completa celebración, declarada en su día Acontecimiento de Excepcional Interés Público y que, a pesar de la pandemia, ha conseguido que uno de los mayores genios de la literatura en español haya tenido el reconocimiento que merece".
La muestra se enmarca en el año del centenario del nacimiento de Delibes y se configura como el último acto de este aniversario, que comenzó en 2020, pero se vio truncado por la pandemia y se retomó en 2021, justo cuando Delibes, que nació un 17 de octubre, cumpliría 101 años.
La exposición se nutre fundamentalmente de fondos de la Fundación del autor Valladolid y reúne manuscritos originales, libros de su biblioteca personal, su correspondencia con los directores de las películas y obras de teatro, fotografías originales, fotogramas de las películas, carteles, así como diferentes audiovisuales con escenas de las películas.
La exhibición se divide en tres secciones. En la primera, se examina la pasión de Delibes por el cine, un auténtico cinéfilo que terminó como crítico de cine para El Norte de Castilla. En el segundo departamento se observan las adaptaciones cinematográficas de sus novelas El camino, Retrato de familia, La guerra de papá, Los Santos Inocentes, El tesoro, El disputado voto del señor Cayo, Una pareja perfecta… Así como algunas que nunca fueron llevadas a la gran pantalla como El hereje.
Por último, en el tercer apartado se vislumbran las versiones teatrales de La hoja Roja, Las guerras de nuestros antepasados, Cinco horas con Mario y Señora de Rojo sobre fondo gris, las cuales Delibes firmó en solitario o en colaboración a pesar de no haber escrito nunca teatro de forma íntegra.
Miguel Delibes (Valladolid, 1920 - ibídem, 2010), novelista, periodista y ensayista, comenzó como caricaturista en El Norte de Castilla, periódico que terminaría dirigiendo para después dedicarse enteramente a sus libros. Fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura en dos ocasiones: en 1955, por Diario de un cazador, y en 1998, por El hereje. También fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en 1982, y fue miembro de la Real Academia Española desde 1975 hasta su muerte, ocupando el sillón 'e'.