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Plasma rico en plaquetas y rejuvenecimiento dermatológico

La medicina regenerativa consiste en utilizar los recursos propios del organismo, en este caso los factores de crecimiento plaquetarios, para mejorar alguna condición patológica. (Foto: Getty).

Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud San José

Redaccion | Viernes 10 de diciembre de 2021
La Dra. Isabel Aldanondo, jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud San José, señala que los tratamientos autólogos, extraídos de los propios pacientes, basados en plasma rico en plaquetas (PRP) pueden utilizarse en algunos problemas en el campo de la dermatología.

La medicina regenerativa consiste en utilizar los recursos propios del organismo, en este caso los factores de crecimiento plaquetarios, para mejorar alguna condición patológica.

En dermatología estos factores de crecimiento plaquetarios se pueden utilizar en pieles que necesitan normalizar o mejorar su función, como por ejemplo en personas que presentan envejecimiento de la piel por exposición solar crónica, para producir un estímulo metabólico de los fibroblastos de la dermis con el fin de que actúen de manera más intensa en la producción de colágeno, elastina o glicosaminoglicanos -entre otros, el ácido hialurónico-.

“El simple gesto de pinchar sobre la piel los factores de crecimiento supone también un estímulo metabólico- señala la Dra. Aldanondo-, porque obliga a la piel a reparar el daño provocado por el pinchazo, produciendo un efecto regenerador”. La combinación de los factores de crecimiento y el pinchazo tiene un efecto preventivo sobre la flaccidez cutánea, por el estímulo de la producción de fibras.

También puede usarse en determinadas circunstancias en las que hay una alteración en los ciclos de crecimiento del pelo, así como en determinados tipos de alopecia, como la alopecia androgenética (alopecia común) y el efluvio telógeno crónico (alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello llamativa durante un período de tiempo mínimo de 6 meses)-; en estos casos, estos factores de crecimiento se pueden utilizar para normalizar la función el folículo piloso con el objetivo de frenar la caída y propiciar la aparición de pelo nuevo.

Finalmente se puede utilizar para rejuvenecer zonas particularmente complicadas, en las que otros procedimientos estéticos no dan buenos resultados, como por ejemplo en la zona periocular, en la zona alrededor de la boca -para hidratar los labios o mejorar las arrugas perpendiculares del bigote- y para redensificar zonas que se atrofian con la edad -dorso de las manos, cuello y escote-.

El tratamiento no requiere hospitalización, es ambulatorio en la consulta y, en función de la zona a tratar, requiere diferentes tipos de anestesia: en el cuero cabelludo se suele aplicar anestesia troncular -se actúa sobre el tronco de los nervios-, mientras que si se infiltra en la cara se suele utilizar crema anestésica tópica. “En todo caso, se aplique el tipo de anestesia que se aplique, el procedimiento es rápido y llevadero”, añade la experta.

Al ser un tratamiento autólogo, extraído del propio paciente, y ser su obtención a través de un sistema cerrado estéril, no puede ocasionar enfermedades infecciosas ni contagiosas, ni reacciones alérgicas. Y lo que es más importante, con garantía de que no puede darse contaminación de la muestra ni confusión.

Entre los posibles efectos secundarios, el más frecuente es la posible aparición de hematomas que, en todo caso, son muy pequeños -suelen medir menos de medio centímetro-.

“En realidad -concluye la doctora-, más que de un tratamiento corrector, se trata de un tratamiento preventivo, porque aunque tiene un cierto efecto corrector, este es más sutil que con otras técnicas. Sin embargo, el efecto preventivo es muy notable.”

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