La 'paguilla de enero' es un abono extraordinario que reciben los pensionistas para tratar de contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo debido a la diferencia entre el aumento medio anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) y el incremento previsto por el Gobierno y con el cual se actualizó la cuantía de las pensiones, una brecha que este año supondrá una compensación del 1,6%.
La paga extra para una pensión media de jubilación, que en diciembre de 2021 se situó en España en 1.196 euros, será de unos 268 euros. Asimismo, para una pensión media del sistema (alrededor de 1.040 euros el pasado diciembre), la 'paguilla de enero' ascenderá a unos 233 euros.
Según los cálculos del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, estos abonos para paliar la pérdida de poder adquisitivo debido al aumento de los precios, supondrán un gasto de 2.000 millones de euros.
En principio, el ingreso de esta paga extra se realiza en la segunda mitad de enero y la disponibilidad del dinero en la cuenta del pensionista depende de la entidad bancaria que lo reciba, aunque lo habitual es que sea accesible en la última semana del mes, en torno al 25 de enero.
Para la revalorización de las pensiones de 2021, el Gobierno previó un aumentó del IPC del 0,9%. Sin embargo, el aumento de los precios entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 fue del 2,5%, por lo que hay una brecha entre la estimación inicial y el dato confirmado de 1,6 puntos porcentuales. Precisamente, esa diferencia es la que se aplica para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los pensiones.
De hecho, la 'paguilla de enero' de este año será la última que se abone debido a que, en 2022, se produce un cambio en la fórmula para calcular la revalorización de las pensiones, que se actualizarán en función del promedio anual del IPC de los últimos 12 meses. De este modo, las pensiones en 2022 subirán el 2,5% en relación al año anterior.
La 'paguilla de enero' no la cobrarán aquellas personas que tengan una pensión por incapacidad permanente total o absoluta, y tampoco las derivadas de una invalidez a causa de un accidente laboral o por enfermedad.
Esto se debe a que, en estos casos, la compensación de la pérdida de poder adquisitivo se aplicará de forma prorrateada a lo largo de 2022.