Han pasado ya 51 años desde que las cocheras de La Elipa abrieron sus puertas, en 1971, para acoger a esos autobuses de color blanco y azul, la primera gran serie Pegaso, que convivieron con la última etapa del tranvía.
En la década de los ochenta dieron paso al clásico por excelencia de la Empresa Municipal de Transportes, el Pegaso de color rojo que circuló por las calles de Madrid durante más de veinte años para llegar en 2008 al modelo urbano que hoy conocemos.
El Ayuntamiento da un paso más con la remodelación de esta infraestructura. Los vehículos que descansen en las nuevas instalaciones de La Elipa serán el reflejo del plan estratégico de la EMT: una empresa verde y descarbonizada, con una flota 100% eléctrica, modelo de eficiencia y sostenibilidad.
Situada en la avenida de las Trece Rosas, en el distrito de Ciudad Lineal, es uno de los cinco centros de operaciones -Fuencarral, Sanchinarro, La Elipa, Entrevías y Carabanchel- que la EMT tiene en la ciudad de Madrid, para albergar a los más de 2.000 autobuses que componen su flota. En el caso de las cocheras de La Elipa, son 315 vehículos que cubren el trayecto de 36 líneas diurnas y que ahora se han trasladado a las instalaciones de Fuencarral para que los usuarios no se vean afectados por este cierre temporal
Para llevar a cabo esta compleja deslocalización, el Centro de Operaciones de Fuencarral se lleva preparando desde el último trimestre de 2020 ante el desafío de acoger 315 autobuses y un equipo humano de 1.240 personas, entre personal de conducción, taller y del resto de departamentos. Sin olvidar el traslado de todos los recursos materiales y técnicos para seguir prestando el servicio con normalidad.
Entre las modificaciones que se realizado en Fuencarral destacan la demolición de edificios que se encontraban sin uso, la adecuación de zonas de lavadero, taller de carrocería o taller de grandes revisiones. Porque no hay que olvidar que en los centros de operaciones de la EMT, los autobuses no sólo van a ‘dormir’ cuando finalizan su servicio, sino que un colectivo de operarios trabaja 24 horas al día para realizar tareas mantenimiento y reparación en los vehículos.
Repostaje, limpieza interior y desinfección, túnel de lavado o revisiones periódicas. Los autobuses que llegan a los centros de operaciones pasan por varias fases hasta que vuelven a circular a las 5 de la mañana. Por eso, estas dependencias cuentan con espacios preparados y personal cualificado para la puesta a punto de todos los vehículos. Aquí también se arreglan las averías mecánicas, abolladuras de chapa y pintura o roturas en el interior del coche, labores de envergadura que requieren instalaciones amplias, modernas y renovadas, como el proyecto que se va a llevar a cabo en La Elipa.
El proyecto de obras, con un presupuesto de 115 millones de euros, se ha diseñado bajo criterios medioambientales, eficiencia y sostenibilidad. Los 40.000 metros cuadrados de las actuales cocheras de La Elipa tendrán una capacidad de aparcamiento para 318 autobuses cero emisiones, 20 de ellos articulados, con un sistema de carga rápida pionera en la EMT.
La parcela albergará una edificación con una cubierta fotocatalítica de 34.000 m2 con efecto descontaminante, que consumirá energía de origen renovable producida por los paneles fotovoltaicos instalados en el tejado.
Además, el Centro de Operaciones de La Elipa contará con una singular fachada vegetal permeable de más de 1.100 m2, respetuosa con el entorno, que reforzará el aislamiento acústico con las viviendas cercanas. En la parte norte de la parcela se situará el edificio de talleres, que tendrá las áreas de mecánica, chapa, electricidad, pintura, lavado e ITV.
El pasado 7 de marzo salió el último autobús de las cocheras de La Elipa, cerrando sus puertas de manera temporal. Comienza la cuenta atrás para que Ciudad Lineal albergue unas instalaciones que serán un referente nacional e internacional de la movilidad sostenible en el transporte urbano.