Campo Real está repleto de rincones interesantes que merece la pena conocer, como, por ejemplo, la Iglesia de Santa María del Castillo, que fue declarada Monumento Histórico-artístico en 1981 y fue construida sobre los restos de un castillo hispano-árabe, usándose en sus orígenes como convento templario. Esta joya arquitectónica, que se restauró recientemente, mezcla diferentes estilos: gótico, renacentista y barroco. Se encuentra en lo alto de una pequeña colina, lo que hace que sea fácilmente localizable y al mismo tiempo ofrece unas vistas espectaculares.
Al este del municipio, encontramos la ermita de la Virgen de las Angustias. Sus orígenes datan del siglo XVI, cuando era utilizada como señalización de entrada al pueblo. Bajo su bóveda vaída se salvaguarda la imagen de la Virgen que le da su nombre. Otras dos ermitas de Campo Real que nadie debería perderse son la de la Virgen de los Remedios, también del siglo XVI y la ermita de la Virgen de la Peña, de estilo barroco y construida en el siglo XVIII que está ubicada cerca de la Plaza Mayor.
Antes de ir, es importante reservar cita para visitar el Museo de la Alfarería y los Productos Típicos, que alberga muestras de productos típicos, aperos y artesanías de Campo Real, aportados en su mayoría por los propios vecinos. Capachos, tendales o mantas para recoger la aceituna, varas para hacerlas caer del olivo o herramientas de labranza, son algunos de los utensilios que recuerdan el pasado de este municipio en la época en la que era conocido por sus numerosos alfares y sus ricos productos alimenticios.
Campo Real está rodeado de zonas verdes y uno de los lugares con más encanto es el parque de la Fuente, un amplio jardín repleto de árboles en el que poder pasear o hacer una parada para descansar durante tu ruta. En el parque de la Fuente se pueden visitar la antigua fuente o el lavadero de Campo Real, que antiguamente surtía de agua potable a todo el municipio y que, hoy en día, se emplea para el mantenimiento del parque.
Además de estos sitios de interés turístico, si se dispone del tiempo suficiente, son parada obligatoria el Palacio del Conde de Oñate, la vega de Valdemembrillo o los cientos de olivos que jalonan la carretera de acceso a la villa.
Merece la pena descubrir las calles de Campo Real, sus alrededores y su historia, que es un escápate al campo a pocos kilómetros de la capital.