Según ha explicado el Ejecutivo regiona, desde que comenzó el proyecto en 2019, que se vio interrumpido por la pandemia de la COVID19, 1.000 personas han participado en estos encuentros organizados por Metro.
La iniciativa es guiada y se realiza en días laborales, de lunes a jueves, con el objetivo dar a conocer algunos de los lugares históricos más representativos de la compañía de transportes pública y poner en valor su patrimonio.
Los espacios más demandados son la estación fantasma de Chamberí, la Nave de Motores y el antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico, que están especialmente dirigidos a grupos de mayores que acuden a centros culturales, universidades y a otras asociaciones de carácter educativo. Para poder asistir a estas actividades es necesario enviar un correo electrónico a visitasculturales@metromadrid.es.
Las citas son gratuitas, aunque en el caso del antiguo vestíbulo de Pacífico, es necesario disponer de un título de transporte válido para entrar.
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro, inaugurada en Madrid en 1919. Se clausuró el 21 de mayo de 1966, tras la decisión de aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de extenderla.
Fue diseñada por Antonio Palacios, quien optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. En este espacio se pueden contemplar una serie de carteles publicitarios, que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20.
La Nave de Motores de Pacífico, que se construyó entre 1922 y 1923, fue inaugurada en 1924 y estuvo en funcionamiento hasta 1972. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución.
Las obras de conservación le devolvieron su aspecto original, tanto exterior como interior, con lo que se recuperó para el público tal y como fue concebida. En lo que respecta al antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico, se cerró en 1966 debido a la prolongación de los andenes de Línea 1, que pasaron de 60 a 90 metros.
Este hecho supuso la construcción de nuevas entradas y accesos, quedando este obsoleto para su uso. Actualmente, ha sido rehabilitado respetando la decoración original, creada por el arquitecto Antonio Palacios en 1923.
En paralelo a esta iniciativa, la empresa pública madrileña puso en marcha el pasado mes de febrero el Pasaporte de los Museos de Metro, con el que propone al viajero una ruta por las ocho principales joyas museísticas que existen en sus 300 kilómetros de red y que forman parte de la historia de la capital de los últimos cien años.
Cualquier usuario puede conseguir el documento en la estación de Chamberí, en la Nave de Motores o en la exposición de trenes históricos de Chamartín y, a partir de ahí, visitar el resto de la oferta: vestíbulo de Pacífico, Museo de la estación de Gran Vía, vestíbulo de Tirso de Molina, el Centro Paleontológico de Carpetana y el Museo de los Caños del Peral de la estación de Ópera.
Hasta el momento, la Comunidad de Madrid ha dispensado cerca de 1.000 pasaportes a los usuarios que los han solicitado.