Premio a la intervención en el territorio o en el paisaje
La candidatura, presentada por la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella, ha recibido el galardón por tratarse de “un gran ejemplo de movilización social para proteger el patrimonio (en este caso, la técnica constructiva de la piedra seca), poniendo de manifiesto que patrimonio y energías renovables pueden ser compatibles”.
La instalación en 2008 de un parque solar de 14 hectáreas, actualmente en funcionamiento, colindante con el núcleo principal del paraje de Punta Nati, mostraba la fragilidad de un paisaje que condujo a la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella a solicitar la declaración de BIC (2013).
Simultáneamente a esta declaración, se planea la ampliación del parque solar hasta 170 ha. Su aprobación provocó la oposición de la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella, que se embarcó en un largo proceso de litigio para la preservación de este paisaje cultural singular, que lleva al entorno de Punta Nati a ser incluida en la Lista Roja de Hispania Nostra en diciembre de 2018.
Finalmente, se negocia una reducción drástica del parque solar sin grave afección del paisaje, que culmina con la declaración BIC de Punta Nati, con lo que también pasa a la Lista Verde de Hispania Nostra en abril de 2020. A raíz de ello, se ha llevado a cabo un Plan de rehabilitación progresiva, en conjugación con energías limpias y la adecuación de visitas públicas.
Premio a la conservación del patrimonio como factor de desarrollo económico y social
La candidatura presentada por la Fundación Monasterio de Santa María de Rioseco se ha hecho con el premio por la “recuperación de un monasterio de una de las áreas más castigadas por la despoblación que, tras amenazar ruina y gracias al altruismo y al voluntariado, ha recuperado su esplendor y constituye un ejemplo del trinomio conocer-querer-salvar tan necesario en la recuperación del patrimonio”.
En 2010, el colectivo Salvemos Rioseco, a través de la implicación de un grupo de voluntarios de diferentes edades y condiciones, comenzó la recuperación del monasterio de Santa María de Rioseco. En aquellos primeros momentos, el monasterio estaba sepultado por la vegetación, zarzas, arbustos y hiedras, pero lo peor era que había caído en el olvido y la rapiña se había apoderado de este monasterio que, durante siglos, tuvo una importancia trascendental en la comarca de Las Merindades.
Era uno de los monumentos incluidos en la Lista Roja de Hispania Nostra (desde octubre de 2008). La idea era, en primer lugar, conocer el espacio y su historia, para que los habitantes de este mundo rural donde se encuentra situado el monasterio, una vez conocido, lo quisieran como lugar que conforma su pasado, para después implicarse en su salvación.
Accésit a la conservación del patrimonio como factor de desarrollo económico y social
En esta segunda categoría, al haberse presentado un número muy elevado de candidaturas de extraordinaria valía, el jurado ha decidido otorgar también un accésit.
El Pabellón de Convenciones fue en origen el pabellón Internacional, construido en el año 1953 para la segunda Feria Internacional del Campo. Sus autores fueron Francisco de Asís Cabrero y Jaime Ruiz, pioneros de la arquitectura moderna española, que realizaron el trazado y los pabellones representativos del recinto.
Con el reto de recuperar la configuración espacial original del edificio que había quedado muy desvirtuada, se ha puesto en valor el proyecto original de 1953, dando respuesta a las actuales necesidades funcionales de un edificio con gran demanda social.
Durante la primera fase de rehabilitación, se acomete el estudio de patologías y la reconstrucción de la estructura de hormigón que afecta a la marquesina, los pilonos y las vigas longitudinales exteriores de hormigón todos afectados de aluminosis. La segunda fase consistió en la eliminación de los añadidos interiores, detectando los elementos originales rescatando los planos, la memoria y diferentes actas del proceso de la obra original.
Premio a la señalización y difusión para el patrimonio cultural y natural
El proyecto engloba la puesta en valor de las juderías medievales de las ciudades pertenecientes a la red, a través de la señalización. El diseño de una marca y su materialización que da cuenta de los conceptos: España, población judía, espacios habitados. Una señalización que no agreda el espacio y que se constituya en marca identitaria: la España judía.
La señalización ha utilizado caracteres hebreos que representan el mapa de España y, al mismo tiempo, llevan el concepto sefarad. Así, se genera la distinción de un espacio habitado por la comunidad judía de entonces: invita al comercio, la gastronomía, los souvenires, experiencias turístico-culturales específicas; en definitiva, un patrimonio convertido en recurso para ser visitado y conocido.
En la actualidad, la Red de Juderías de España está constituida por 21 municipios: Ávila, Barcelona, Béjar, Cáceres, Calahorra, Córdoba, Estella Lizarra, Hervas, Jaén, León, Lorca, Lucena, Monforte de Lemos, Plasencia, Rivadavia, Sagunto, Segovia, Tarazona, Toledo, Tudela y Tui. Desde 1995, se han triplicado las ciudades que se han sumado a este proyecto.