La Comunidad de Madrid ha comenzado así la reorganización de los centros destinados a la atención de los menores tutelados, para optimizar los recursos de los que dispone, como adelantó a finales de diciembre la consejera, Concepción Dancausa.
La Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), organismo adscrito a la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, ha planificado la estrategia y está iniciando distintas obras para adecuar diferentes espacios, con el objetivo principal de adaptar sus centros a la realidad actual y mejorar la atención de estos menores.
Dentro de esta reorganización, se va a proceder en el mes de noviembre al traslado del centro de acogida de la Casa de Campo, una instalación a la que se le destinó ese uso de manera temporal para hacer frente al incremento de llegada de menores no acompañados que se produjo en los años 2018 y 2019. Este centro se liberará para ofrecer otros servicios, "ya sea retomando su antigua actividad como albergue juvenil o para otros usos, una decisión que se tomará próximamente".
Los menores que ocupan actualmente este centro situado en Batán, que tiene una capacidad de 50 plazas, se reubicarán en las instalaciones del actual Centro Ocupacional Barajas, donde se creará un centro específico de primera acogida de menores no acompañados, "con instalaciones espaciosas y un equipo de apoyo específico para estos jóvenes".
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Por su parte, las personas con discapacidad que acuden al Centro Ocupacional Barajas se trasladarán al Edificio Isabel Clara Eugenia (ICE) de Hortaleza, donde están a punto de empezar las obras para amoldarlo a sus necesidades. Y, en consecuencia, el Centro de primera acogida ubicado actualmente en el ICE se trasladará temporalmente a la Residencia Infantil Acacias, hasta su ubicación en un destino definitivo.
La planificación de la AMAS incluye también reducir los centros para menores de 0-6 años, que pasarán de los tres actuales a dos. Este movimiento está en línea con el esfuerzo que está haciendo la Comunidad de Madrid "para que los niños tutelados de 0 a 3 años vivan con familias y no en residencias".
Así, el centro infantil Las Rosas se especializará en mediación para el acogimiento, mientras que El Valle se centrará en estancias más estables, recibiendo también a los niños con algún tipo de enfermedad.
Estos movimientos, que se producirán durante los próximos dos años, no reducirán puestos de trabajo ni afectarán a los trabajadores de los centros, quienes mantendrán sus condiciones y sueldos y que únicamente tendrán que cambiar de lugar de trabajo, siempre dentro del mismo municipio de Madrid. Esta reorganización se está comunicando a los centros implicados a lo largo de este jueves, señalan desde la Consejería.