Madrid tiene los museos más visitados de España, como el del Prado o el Reina Sofía, pero, a la vez, alberga pequeñas joyas artísticas, menos conocidas, pero de un interés enorme.
Una de ellas es el Museo Cerralbo, en la calle de Ferraz, junto al Templo de Debod y muy cerca de la Plaza de España y el Palacio Real. En estos días acaba de inaugurar, junto con PHotoEspaña, una exposición dedicada a una de las grandes mujeres de la fotografía del siglo XX, Tina Modotti. La muestra reúne un total de 108 imágenes y algunos objetos de archivo cruciales en la vida de la artista, con los que propone un recorrido por la biografía y obra de la autora.
A pesar de su corta trayectoria como fotógrafa, Tina Modotti, nacida en Italia en 1896, fue capaz de crear una estética de gran contundencia. Llegó a convertirse en una de las principales reporteras de uno de los periodos más convulsos de la historia de México, país en el que residió parte de su vida y donde murió, en 1942.
La muestra, que puede visitarse hasta el 2 de octubre, continúa la línea de trabajo de investigación en fotografía del Museo Cerralbo de Madrid, que expone desde fondos históricos a creaciones contemporáneas. De este modo, prosigue la colaboración, desde hace más de una década, con PHotoEspaña.
No es el único de los museos adscritos al Ministerio de Cultura y Deporte que participan en la cita fotográfica. En su sección oficial están también el Museo del Romanticismo, con la exposición Germaine Krull. Crónica de un exilio, y el Museo Lázaro Galdiano, con Javier Campano. El ojo errante. 1975-1987.
Tina Modotti fue inmigrante en Estados Unidos, actriz de Hollywood, fotógrafa, revolucionaria, militante comunista, refugiada política y miembro del Socorro Rojo Internacional. Asumió, desde muy joven, un rol de mujer en oposición al imaginario social impuesto en la época. Y, en el corto tiempo que duró su rica existencia, buscó la belleza a través de la fotografía y trabajó a favor de la justicia social desde la militancia política.
Dejó Italia a los 16 años, siguiendo a su padre y a su hermana a San Francisco, donde conoció al fotógrafo Edward Weston, quien ya era un reconocido artista. Comenzó siendo su modelo y, al poco tiempo, este vínculo derivó en una relación sentimental que tuvo una gran relevancia en el plano artístico, ya que dio lugar a una de las colaboraciones más interesantes de la fotografía del siglo XX.
Pero, su encuentro con México fue el hecho que marcó su vida, porque con este país Modotti hizo espejo, identificándose social, política y culturalmente.
Desarrolló toda su obra fotográfica entre 1923 y 1930, años en los que vivió en México. Pese a este corto período de tiempo, la calidad de su obra es comparable a aquel al que muchos llegan después de una vida.
Su estética repercutió decisivamente en el panorama de la fotografía mexicana, del mismo modo que la pintura de Diego Rivera, Orozco y Siqueiros influyeron en la propia. Modotti produjo su obra en el contexto político y artístico de la primera mitad del siglo XX, hecho que condicionó su producción y su modo de percibir el mundo, ya que se sumergió en la vanguardia nacionalista, una corriente que no se conformaba con la representación decimonónica.
Su obra fotográfica es un paradigma de la fusión entre la cultura revolucionaria mexicana y la estética fotográfica vanguardista. A eso sumó los ideales de igualdad propuestos por el socialismo y su sentimiento y capacidad de sujeto comprometido socialmente, los que aportaron “el sentido” a su vida.
Lugar: Ventura Rodríguez, 17. Madrid.
Acceso: Entrada gratuita a la exposición
Horario: de martes a sábado, de 09.30 a 15.00 horas. Jueves, tarde, de 17.00 a 20.00 horas. Domingos y festivos, de 10.00 a 15.00 horas. Lunes, cerrado.