La primavera y el verano son las estaciones ideales para disfrutar de experiencias al aire libre, sobre todo si se pueden realizar en plena naturaleza. Los parques urbanos, los jardines y las atracciones naturales son los lugares perfectos para aprovechar al máximo los largos días de la temporada estival y, en ocasiones, para buscar reparo de las altas temperaturas.
La enorme biodiversidad y la gran belleza de muchas de estas zonas verdes, las convierte a su vez en auténticas atracciones turísticas, muchas de las cuales son de visita obligada en sus respectivas localidades. La buena noticia es que, tanto en España como en el resto de Europa, hay multitud de opciones estupendas.
El parque del Retiro, en Madrid, cuenta con más de 153.000 reseñas y lidera la clasificación de los parques y atracciones naturales más populares de Europa, según datos analizados por la plataforma Musement.
Aunque en sus inicios esta enorme zona verde pertenecía a la monarquía española, desde finales del siglo XIX es un espacio público. En sus 125 hectáreas, los amantes de la naturaleza pueden pasear por los esplendorosos jardines, como el Parterre o la Rosaleda, mientras que a los apasionados de la cultura les encantarán las exposiciones que alberga el Palacio de Cristal, la estatua del Ángel Caído y el monumento a Alfonso XII.
El Park Güell se ha convertido en uno de los símbolos indiscutibles de Barcelona, así como en uno de los lugares más populares entre los turistas que visitan la ciudad.
Su importancia es tal que, desde 1984, forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco junto con otras seis obras de Antoni Gaudí. A la belleza arquitectónica de la escalinata principal, la sala Hipóstila o el famoso banco ondulado de la plaza de la Naturaleza, hay que añadir la enorme diversidad botánica presente en este espacio verde.
La tercera posición de los parques europeos favoritos la ocupa el Hyde Park, en Londres, que ocupa una superficie de más de 140 hectáreas, y es uno de los ocho parques Reales de Londres. Además de pasear, tomar el sol o relajarse frente al lago Serpentine, el parque alberga numerosos memoriales, fuentes y estatuas de interés cultural. Una de las zonas más emblemáticas es Speakers Corner, situada en el extremo noroeste del parque, cerca de Marble Arch.
Aquí, se han realizado discursos y debates públicos desde mediados del siglo XIX, y se dice que personajes históricos como Karl Marx, Vladimir Lenin y George Orwell se manifestaron en esta parte de Hyde Park a favor de la libertad de expresión.
Los jardines de Luxemburgo, en París son considerados uno de los espacios verdes más bellos de la capital frencesa. Su creación se remonta a 1612, cuando la reina regente, María de Médicis, ordenó su construcción para complementar el palacio de Luxemburgo.
En la actualidad, 21 de sus 23 hectáreas están abiertas al público, y en ellas se aprecian claramente dos estilos diferentes de jardines: el inglés y el francés. Pasear por la rosaleda, admirar la colección de orquídeas del invernadero, maravillarse con las más de 100 estatuas repartidas por el jardín son solo algunas de las muchas cosas que se pueden hacer en estos jardines, situados entre barrio Latino y el barrio de Saint-Germain-des-Prés.
El puesto quinto del ránking es para otro parque público de París: el jardín de las Tullerías, situado entre el Museo del Louvre y la plaza de la Concordia. Cuando Catalina de Médicis ordenó la construcción del palacio de las Tullerías, en 1564, quiso acompañarlo de unos esplendorosos jardines y, aunque el palacio fue destruido muchos años después por la Comuna de París, los jardines lograron salvarse.
Hoy en día, es un lugar lleno de vida, al que acuden tanto los parisinos como los turistas para pasear, relajase junto a los estanques, admirar el jardín francés diseñado por André Le Nôtre o disfrutar de las esculturas de Maillol y Rodin.
El parque de Prater, en Viena, que fue abierto al público en 1766, es otro los lugares elegidos para el ocio de los europeos. En su interior alberga el parque de atracciones Wurstelprater, en el cual se encuentra la famosa Noria Gigante de Viena. Por otro lado, la parte del 'Prater verde' cuenta con amplias zonas boscosas y de césped, ideal para pasear, montar en bici, hacer un pícnic o, simplemente, descansar y respirar aire puro.
En Europa hay más de 400 parques nacionales, y el de los Lagos de Plitvice, en Croacia, es uno de los más espectaculares. Pasear por las pasarelas y senderos que conectan los 16 lagos principales del parque es una experiencia difícil de olvidar. Esta maravilla de la naturaleza, forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1979.
El parque más grande de Varsovia, el parque Real Lazienki, fue proyectado en estilo barroco por el arquitecto Tylman van Gameren. En la actualidad, en las 76 hectáreas del parque se distinguen tres secciones bien diferenciadas, creadas en distintas épocas: el jardín Real (siglo XVIII), el jardín Romántico (siglo XIX) y el jardín Modernista (siglo XX).
Además de la riqueza botánica, el parque también es famoso por albergar edificios históricos como el Palacio de la Isla o la Casa Blanca, aunque la joya de la corona es el monumento de Chopin, dedicado al célebre compositor.
Villa Borghese es uno de los parques más visitados de Roma y la perfecta fusión de arte y naturaleza explican en gran medida su éxito. El cardenal Scipione Borghese comenzó a transformar y ampliar la zona en la que hoy se encuentra el parque a finales del siglo XVI, con la intención de convertirlo en un símbolo de la grandiosidad y el prestigio de la familia Borghese.
En 1902, el parque pasó a ser propiedad del Estado italiano y un año más tarde se abrió al público. Además de pasear por los preciosos jardines y admirar las vistas panorámicas de la ciudad de Roma, la Villa Borghese tiene otros muchos atractivos, como la Galería Borghese, cuya colección alberga obras de artistas de la talla de Bernini, Canova o Caravaggio.
Cierra el top 10 otra atracción italiana, el parque Sempione de Milán. Este oasis urbano, que se extiende a lo largo de 40 hectáreas, se encuentra justo al lado del Castillo Sforzesco, uno de los monumentos más importantes de la ciudad.
En el interior del parque hay un pequeño lago artificial y además de las zonas de césped, cuenta con numerosas especies de árboles provenientes de todo el mundo, cuya sombra es el refugio perfecto durante los días más calurosos del verano. Otros puntos de interés que vale la pena visitar en Sempione son el Arco de la Paz, la Trienal, el Acuario cívico y la Torre Blanca.
Los parques urbanos se convierten en verano en oasis que combinan naturaleza, arte y cultura, y son en un reclamo tanto para los turistas como para los lugareños para disfrutar de su preciada sombra.
Buen ejemplo de ello son el parque de la Ciudad, de Budapest, o el parc de la Ciutadella, de Barcelona, situados en la undécima y duodécima posición respectivamente.
Tampoco faltan zonas protegidas, como el parque nacional de Cinque Terre, en Italia; el parque natural de Sintra-Cascais o el parque nacional del Teide; o espectaculares accidentes geográficos, como las Cataratas del Rin o el Cabo da Roca.
Las plantas y las flores también tienen cabida en el ránking de Musement, con jardines tan emblemáticos como Keukenhof o el Real Jardín Botánico de Kew.