El estudio, que ha sido publicado en la revista Environmental Research, revela los datos recogidos de 10 ciudades italianas y 8 españolas de más de 500.000 habitantes.
El decano de la Facultad de Medicina de la UCM, Javier Arias, ha subrayado que los resultados constituyen "una prueba más de que el medio ambiente afecta directa y significativamente al estado de salud de las personas".
A través del estudio de datos georreferenciados, los investigadores han analizado la asociación entre contagios, hospitalizaciones o muertes por COVID19 y la superficie de zonas verdes en las ciudades de Roma, Bolonia, Catania, Florencia, Génova, Milán, Nápoles, Palermo, Turín y Venecia (Italia); y Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Las Palmas y Bilbao (España).
"Esta investigación muestra cómo el impacto de la COVID ha sido menor en aquellas ciudades que cuentan con mayor extensión de parques públicos y menores concentraciones medias anuales de PM2,5", ha detallado el epidemiólogo y vicepresidente de SIMA, Prisco Piscitelli.
Con respecto a los datos españoles de 2021, cada aumento de un kilómetro cuadrado de zonas verdes urbanas por cada 100.000 habitantes corresponde a unas siete infecciones menos entre la población, así como un hospitalización y 35 muertes evitadas.
El efecto de la contaminación atmosférica es aún más significativo, ya que por cada aumento de 1 g/m de PM2,5 por cada 100.000 habitantes, se producen 22 infecciones adicionales, así como una hospitalización y hasta 243 muertes evitables.
"Ello supone una confirmación más del vínculo entre la gravedad de la pandemia y los factores ambientales", ha recalcado el presidente de SIMA, Alessandro Miani.
"Para datos institucionales españoles relativos a infecciones, hospitalizaciones, muertes, y a la extensión de las zonas verdes públicas, se ha utilizado un enfoque ascendente", ha explicado el profesor de Estadística en Madrid y Delegado de SIMA para España, Andrea Falco.
En el caso de Italia, se utilizó un enfoque de arriba hacia abajo, partiendo de los datos oficiales de infecciones, hospitalizaciones, muertes de cada provincia, y relacionándolos con las estadísticas de la OCDE sobre la extensión de los parques públicos en las distintas zonas.
Para los análisis estadísticos se han utilizado modelos lineales y análisis multivariantes, incluyendo las PM2,5 (concentraciones medias anuales provenientes de las estaciones oficiales de control de la calidad del aire), teniendo en cuenta el diferente número de habitantes de cada provincia.
De nuevo, los resultados obtenidos revelan una clara asociación estadísticamente significativa para ambos países entre la tendencia de la pandemia y la extensión de zonas verdes, como de las concentraciones medias anuales de PM2,5.
"La acumulación de evidencia al respecto debería ser tenida en cuenta por los responsables de la toma de decisiones, porque demuestra que aumentar las superficies verdes y reducir la carga de contaminantes atmosféricos representa una estrategia que puede suponer una diferencia sustancial, en términos de salud pública, frente a amenazas actuales y futuras para la salud humana", ha señalado Arias.