Se trata del primer y único debate de estas características en esta legislatura exprés, que comenzó con la arrolladora victoria de la dirigente popular en las elecciones del 4M y que ya mira de reojo a los siguientes comicios.
Tras un año marcado por la batalla interna que enfrentó a la presidenta con el expresidente del PP, Pablo Casado, Ayuso ha sido este lunes arropada por la secretaria general del PP, Cuca Gamarra; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la expresidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre; la expresidenta del Congreso, Ana Pastor; el diputado nacional Adolfo Suárez Illana; o el expresidente del PP de Madrid, Pío García Escudero.
Además, en el debate han estado también presentes algunos alcaldes de Comunidad; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacis; la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González; el presidente de CEIM, Miguel Garrido; rectores de las universidades madrileñas y representantes de los sindicatos.
La presidenta, ataviada con un vestido del color de su partido, ha realizado un discurso de casi dos horas de duración, en el que, en primer lugar, ha tenido palabras para el "infierno" que ha vivido España con los incendios durante el verano, así como para el recién fallecido escritor Javier Marías.
Tras ello, se ha introducido de lleno en la situación política y económica del España, acusando al Ejecutivo de Pedro Sánchez de actuar como "un gobierno arbitrario", que quiere "compensar su nefasta gestión y maquillar su estrategia de carcoma del diseño constitucional haciendo a los españoles dependientes de pagas y subsidios". En este sentido, ha alertado de que quieren llevar el país al "despropósito bolivariano".
Frente a esto, Ayuso ha situado a la Comunidad de Madrid como "defensora de la libertad y de España". "Madrid vuela mucho más alto: quiere convivir y acoger, como región que ofrece oportunidades y donde los más vulnerables tienen más opciones que en ninguna parte", ha reivindicado.
La dirigente regional ha planteado, a renglón seguido, los siete retos "urgentes y necesarios" para la autonomía: luchar contra el empobrecimiento generalizado por la alta inflación y los costes de la energía, la vivienda, la sanidad, la defensa de la vida y de la dignidad, la educación, la delincuencia y la digitalización.
En este punto, ha comenzado a lanzar una batería de anuncios por consejerías, hasta llegar a los más de treinta, entre los que destacan el adelanto de la deflación del IRPF a este año o la tarifa cero para autónomos durante el primer año.
Además, ha avanzado que subirá el sueldo de los profesores y maestros, así como mejorará la retribución de más de 22.000 trabajadores temporales del Servicio Madrileño de Salud al implantar la carrera profesional. Un nuevo reglamento para el taxi, aumento de la plantilla del Cuerpo de Bomberos o un nuevo plan de ayuda a la vivienda para jóvenes son otras de las medidas.
Ayuso ha reivindicado, para concluir, que la Comunidad de Madrid ha comenzado "un camino de ilusión que genera confianza". "Este Gobierno solvente y solidario se sustenta en su compromiso con España entera y con el respeto, la constancia y el trabajo duro, escuchando a todos, dando explicaciones y aunando esfuerzos", ha finalizado, mientras la bancada del PP la aplaudía en pie.
Por su parte, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, ha criticado los anuncios "reciclados" que ha realizado la presidenta y que no haya puesto encima de la mesa "las cosas que ha hecho y no las futuribles".
En esta línea, el portavoz del PSOE, Juan Lobato, ha acusado a Ayuso de estar "en la luna" y de que sus propuestas sean "la teletienda" al reiterar "promesas incumplidas". Para el portavoz, su discurso "pierde credibilidad" y ha sido "puramente electoral".
Por su parte, la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, ha afeado a la presidenta que "tome por tontos" a los madrileños y se haya dedicado "más de 45 minutos a confrontar con el Gobierno central", a hablar del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
La líder de Vox, Rocío Monasterio, no ha hecho ninguna valoración tras el discurso de la dirigente autonómica. Si bien, antes de iniciarse la sesión, celebraba que se retome "el control al Gobierno" y se ha mostrado esperanzada de que incluyera las promesas a su partido, como la reducción del número de diputados, la auditoría subvenciones o el cierre del centro de menores extranjeros no acompañados de Batán y la reducción de impuestos.
En este sentido, la presidenta ha hecho algunos guiños a los de Vox, con medidas como desplegar un sistema de videovigilancia en puntos estratégicos por distintos municipios de la región para paliar la inseguridad en las calles.
Además, ha anunciado nuevas deducciones fiscales, como piden los de Monasterio, para "favorecer la natalidad, maternidad y paternidad y ayudar a las familias", así como una 'tarifa cero' para autónomos el primer año. También, va a "ampliar al 25% las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos, tíos y sobrinos".