Siguiendo los consejos de la casa de vestidos de novia madrileña María Salas, esto es lo que debemos tener en cuenta.
Según afirman los expertos de esta firma, "ninguna estatura es impedimento para estar preciosa vestida de novia". Sin embargo, si quieres sacarte el máximo partido, debes evitar vestidos con faldas muy voluminosas o con cortes a medio muslo desde los cuales parta la falda.
Los primeros, porque te harán parecer más pequeña, por el efecto óptico de la proporción anchura / altura. Y los segundos, porque al acortar el vestido a tu medida, la falda se verá demasiado cortita, cosa que no se aprecia en la prueba, al estar la novia subida en una tarima.
Procura elegir vestidos sin cortes horizontales y sin excesivo vuelo. En cuanto a las demás características, aquellas que se adapten mejor al resto de tu fisonomía.
Ya sabéis, un pecho grande nos gusta a todas, menos a las que lo tienen.
Si eres de las segundas, elige vestidos con escotes rectos, en V o cuadrados. Nunca escotes redondos, barco ni vestidos de corte imperio, que realzarán aún más el volumen de tu pecho.
En cuanto a las faldas, sirena, evasé o en 'A' irán perfectas para ti.
Las mujeres con curvas están fantásticas vestidas de novia. El corte princesa, que entalla bien la cintura y disimula las caderas te favorecerá. También los vestidos de corte evasé te estilizarán y alargarán tu figura. Los drapeados son fabulosos siempre que estén bien pensados para resaltar donde hace falta y disimular donde va a ser necesario. Los vestidos de encaje también son una buena opción, con mangas o con unos tirantes anchos, tipo manguita.
Huye de los vestidos muy voluminosos, excesivamente adornados y de los escotes barco, que harán tu espalda más ancha.
Aquí habría que puntualizar si verdaderamente se tiene o no, una cadera demasiado ancha. El contorno de cadera, para que esté proporcionado, debe medir unos 10 - 15 cm más que el del busto. Si ese es tu caso, no tienes 'mucha cadera', sino un maravilloso 'cuerpo de guitarra', por lo que te recomiendo un vestido de talle bajo, corte a la cadera, o corte sirena, que saque toda tu feminidad. No obstante, este tipo de cuerpo es muy agradecido y luce muy bien cualquier estilo.
Si, por el contrario, tu cadera sí es ancha en relación al resto de tu cuerpo, puedes estar tranquila, debajo del vestido de novia, no se aprecian las caderas, sólo tienes que elegir un modelo que no las marque y que ajuste bien tu cintura: princesa o corte en 'A', de falda abullonada o de capa, puede ser perfecto.
Si te casas embarazada de pocas semanas, lo más probable es que puedas llevar el mismo tipo de vestido que habrías llevado sin estarlo. Hasta las 16 semanas, aproximadamente, aunque el cuerpo cambie, el embarazo no se hace evidente.
Sin embargo, si para la fecha de la boda vas a tener más de 16 semanas de gestación, lo más recomendable, aunque sea un poco típico es el corte imperio. Los trajes de novia son muy armados y con un embarazo avanzado pueden resultar muy molestos. Un vestido de gasa, cortado bajo el pecho y con tirantes, no disimulará tu tripita en absoluto, pero te garantizará una velada agradable, cómoda y sin contratiempos, además de proporcionarte un aspecto excepcionalmente romántico y vaporoso.
Decántate por vestidos bien armados, con faldas voluminosas o con cualquier fantasía, que no te asusten los toques de color o una larga cola. El escote corazó favorece mucho a las delgaditas y hace que el pecho parezca más voluminoso, completado con un escote ilusión en barco, o en halter realzará además tus hombros. Los cuellos redondos o a la caja serán siempre mejor que los escotes cuadrados o en 'V'. No elijas vestidos de corte sirena, ni tipo túnica, que harán tu figura demasiado recta.
Si tus brazos son demasiado delgaditos y quieres taparlos, te encantarán las mangas abullonadas, plisadas o globo.
Y, sobre todo, recordad, todas las mujeres somos únicas, irrepetibles y hermosas, sobre todo para el hombre que nos espera en el altar.